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Con gran alegría para los fabricantes nacionales, en su sesión plenaria del pasado 22 de septiembre, el Bundestag alemán aceptó el proyecto de ley para modificar los impuestos sobre la cerveza. Esto significaba un regreso a las tasas que los productores pagaban antes de 2004 —la llamada Alte Biersteuermengenstaffel— y que se reintrodujo temporalmente debido a la pandemia, una petición que los cerveceros llevaban haciendo periódicamente en la última década.

 

Para los fabricantes, el mantenimiento de las tasas impositivas reducidas es un alivio ya que la situación que está viviendo la industria es especialmente complicada. Con la restauración de este sistema impositivo, los políticos no solo están reconociendo que los dos años de pandemia y la actual crisis energética han puesto en claro peligro la existencia de las industrias cerveceras de tamaño medio, sino que también reconocen a este tipo de negocios como empleadores regionales y embajadores culturales.

 

Para los analistas económicos, la Alte Biersteuermengenstaffel tiene como objetivo ayudar a mantener la estructura de una industria cervecera de tamaño mediano y ayudar a compensar, al menos parcialmente, las desventajas competitivas relacionadas con el tamaño de las cervecerías pequeñas e independientes en comparación con los grandes grupos cerveceros internacionales que operan en el mercado.

 

Sin duda, es una buena noticia que amortigua la reciente pérdida del Dr. Dieter Soltmann, uno de las personalidades que más contribuyó a la formación de la industria cervecera alemana tal como la conocemos hoy en día. Graduado como  maestro cervecero en la Universidad Técnica de Munich-Weihenstephan, Soltmann se unió a la cervecería Spaten, en 1971, para ocupar a finales de la década de 1980 la presidencia de la Asociación Alemana de Cerveceros. Ese momento se recuerda por el intenso debate legal, político y mediático sobre el carácter vinculante en  otros países de la UE de la Ley Alemana de la Pureza de la Cerveza, la Reinheitsgebot, que terminó con la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en marzo de 1987. Su presidencia también estuvo marcada por la caída del Muro y la reunificación alemana.