El responsable de la londinense Black Eagle Brewery jugó un papel clave en el final de uno de los capítulos más oscuros en la historia de la humanidad.
Ya hemos visto en esta sección que, gracias a su habilidad comercial, Benjamin Truman convirtió en el siglo XVIII a la Black Eagle Brewery de Londres en una de las cervecerías más grandes del mundo.
Sin embargo, uno de sus herederos jugaría un papel todavía más importante en la historia. Si bien para la mentalidad contemporánea la esclavitud resulta una práctica aborrecible e incomprensible, ésta ha subsistido a lo largo de los siglos. Si partimos de la existencia de civilizaciones antiguas y de los indicios que apuntan a que también, hace milenios, la esclavitud era costumbre, su abolición no deja de ser un logro relativamente reciente.
El comienzo de los movimientos abolicionistas en el Reino Unido
Los pensadores racionalistas y el reconocimiento y la consolidación de los derechos inviolables del hombre que llegaron de su mano, en el contexto de la Ilustración, así como la censura moral a esta institución por parte de sectores religiosos, determinaron que germinase un movimiento abolicionista de la esclavitud a finales del siglo XVIII. Prosperaron en Estados Unidos y en Gran Bretaña normas que auguraban una victoria sencilla de los abolicionistas, pero, muy pronto, tales logros resultaron ser solo un espejismo.
Las hipotéticas conquistas por la libertad y la igualdad no se trasladaban a los propios centros de esclavitud y, por ello, los territorios de África o de las Indias Occidentales continuaban ajenas a tal tendencia.
Hubo que esperar al siglo XIX, al menos en lo que respecta al Reino Unido, para que se diesen pequeños pasos. Así, en 1807 se abolió ya la trata de esclavos hacia las colonias británicas, pero aún no la esclavitud. Si bien en Estados Unidos también se prohibió la importación de esclavos ese mismo año, el contrabando generalizado de personas continuó más de cinco décadas después, hasta el año 1862.
Durante este tiempo los antiesclavistas lucharon con denuedo porque la emancipación llegase a todas aquellas poblaciones que sufrían la institución. La tendencia abolicionista se contagió especialmente en los países del centro y el sur de América, ya que vieron en ella un arma más a esgrimir para conseguir la independencia del imperio español.
Dejando al margen el resto del mundo, en suelo inglés nombres propios como el del político cristiano de Yorkshire, William Wilberforce o Thomas Clarkson, autor de publicaciones determinantes como Historia de los cuáqueros e Historia de la abolición de la trata se erigieron como adalides de tamaña tarea. Otra figura destacada fue Thomas Fowell Buxton quien, como adelantamos, guarda una estrecha vinculación con el mundo de la cerveza.
Thomas Fowell Buxton: un cervecero con valores en la era de la cerveza Porter y la Pale Ale
Sir Buxton había nacido el primero de abril de 1786 en Castle Hedingham, una pequeña villa del norte del condado de Essex. El primer baronet de Buxton of Belfield and Runton, título que se le otorgó en 1840, fue un dinámico abolicionista, predispuesto a favor de las reformas sociales y miembro del Parlamento británico: sucedió a William Wilberforce como líder de la campaña desarrollada en la Cámara de los Comunes para la abolición de la esclavitud en las colonias británicas.
En 1823, junto al ya mencionado Wilberforce y otros activistas, fundó la British and Foreign Anti-Slavery Society y en consecuencia fue uno de los responsables de la Ley de Abolición del 28 de agosto de 1833 que fue efectiva el 1 de agosto de 1838. Sus propias ideas quedaron reflejadas en su obra de 1839 The African Slave Trade and Its Remedy (El tráfico de esclavos africanos y su solución), que motivó al gobierno británico a enviar una expedición al delta del río Nilo con el objetivo de celebrar tratados anti-esclavitud con la población del lugar y fijar allí una sede misionera.
Las fiebres que contrajeron los emisarios y que causaron la muerte de muchos de ellos truncaron, sin embargo, tal misión.
Aunque su objetivo vital primordial resultó ser el abolicionista, la inquietud de Buxton se extendió también al sistema penitenciario, publicando en 1818 su propia investigación sobre la disciplina carcelaria tras la inspección que había realizado a la prisión de Newgate en Londres. Casado con Hannah Gurney, su cuñada era la reformista penitenciaria Elizabeth Fry y a buen seguro que ella y toda la familia Gurney ejercieron influencia en Buxton. Los Gurney, una influyente familia de cuáqueros, estaban al frente también de establecimientos cerveceros.
La fábrica de cerveza Hanbury & Company
El propio Buxton, tal y como se ha apuntado, era cervecero. El apellido de soltera de su madre Anna, era Hanbury, también cuáquera y ello, además de granjearle los contactos con la que sería posteriormente su familia política, lo posicionó favorablemente para obtener trabajo en la cervecería de Truman, Hanbury & Company, en Brick Lane, en el barrio londinense de Spitalfields. En 1811 pasó a ser socio del negocio, que fue rebautizado como Truman, Hanbury, Buxton & Co, y más tarde se convertiría en su único propietario.
La fábrica contaba con una notable historia en la capital británica. Con unos orígenes que se remontan al año 1666, fue bajo la dirección de Benjamin Truman -que se unió a la empresa en 1722- cuando el negocio se expandiría rápidamente. A lo largo de los dos siglos siguientes fue uno de los grandes nombres a seguir en el sector: su Porter era conocida no solo en suelo inglés; su Imperial Stout se exportaba a Europa y Rusia.
Cuando Sir Benjamin falleció en marzo de 1780 -el mismo año en que Hanbury se convirtió en socio- la cervecería pasó a sus nietos, pero en 1789 era Sampson Hanbury quien administraba la cervecería, frente a una familia Truman poco activa. Fowell Buxton era sobrino de Sampson y su llegada a la fábrica en 1808 supuso el trampolín definitivo. Implementó los nuevos procesos de producción y modernizó las instalaciones con la nueva energía de vapor. El ferrocarril y la mejora de las carreteras allanaron la distribución y su Black Eagle se convirtió en la etiqueta estrella de toda Gran Bretaña.
La cervecería de Brick Lane pasó a ser conocida como Truman, Hanbury, Buxton & Co, pues se incorporaron en 1816 nuevos socios, los hermanos Pryor. La empresa gozaba de buena fama: sus trabajadores eran bien tratados y se les proporcionaba educación gratuita y era bien conocida la labor abolicionista de su propietario. Tras la muerte de su tío, Buxton se puso al frente del negocio. Ya en 1835 fabricaba 200.000 barriles de Porter anuales. Una década después, sin embargo, sobrevendría la muerte al baronet cuya salud, dicen, nunca llegó a sobreponerse de la malparada expedición del Nilo.
La cervecería, sin embargo, le sobrevivió. En 1853 producía 400.000 barriles de cerveza cada año, la mayor del mundo. Charles Dickens la menciona incluso en su David Copperfield. Sus instalaciones ocupaban seis acres y a fin de no perder fuelle con las fábricas de otras partes de las islas, especialmente con Burton-on-Trent, en 1873 la empresa adquirió la cervecería Phillips en aquella ciudad para construir una nueva planta, bautizada muy apropiadamente Black Eagle.
En 1888, Truman, Hanbury, Buxton & Co pasó a ser una sociedad anónima, sin embargo, paulatinamente su posición predominante fue decayendo. Pese a las dos décadas de compras y fusiones que vivió el sector, sus instalaciones siguieron activas tras ser adquiridas en 1971 por el gigante Grand Metropolitan. Finalmente, la cervecería cerró en 1989, conservándose la mayoría de los edificios gracias a la protección histórica de la que disfrutan.
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