Cooperativa Agrária es el nombre propio tras el proyecto que permitirá a Brasil tener su primera maltería de especialidades. La cooperativa agroindustrial, que ya está al frente de la mayor maltería de Sudamérica, afrontará la inversión de 500 millones de reales brasileños (unos 104 millones de dólares) supliendo así la carencia de tales instalaciones en suelo nacional. Actualmente, para abastecer el mercado de estas maltas especiales se acude a la importación. Las cifras ascienden hasta los 40 millones de dólares anuales gastados en mercados extranjeros para conseguir este ingrediente.
Esta iniciativa permitirá revertir la situación. En el nuevo proyecto, que cuenta con el respaldo de incentivos fiscales gubernamentales, también interviene Ireks do Brasil, una empresa de riesgo que aúna a la mencionada Cooperativa Agrária y a la germana Ireks. Esperan comenzar las obras a principios de 2024 —durante el primer trimestre de ese año– para empezar a vender las maltas especiales ya en 2026. Por el momento, han iniciado los trámites burocráticos, solicitando los permisos para ponerse en marcha de acuerdo con lo planeado. Según sus pronósticos crearán unos 400 empleos directos e indirectos y donde la alemana estará al frente de toda la construcción, la cooperativa asumirá la tarea de operar la maltería, la producción de cebada, el procesamiento de la malta y, finalmente, su comercialización.
La tarea no le es totalmente ajena y tampoco el territorio donde han decidido instalarla: en el distrito de Entre Ríos, en Guarapuava, ubicada en la región de Paraná. Allí, Agrária, junto con otras cinco cooperativas de la zona, capitanea el proyecto Maltaria Campos Gerais, una fábrica en la ciudad de Ponta Grossa, que supone una inversión aún mayor —de 3 mil millones de reales, aproximadamente 623 millones dólares– en la que los fondos del gobierno también han resultado claves. Esta construcción se encuentra ya en su fase final y en los últimos meses de este 2023 ya harán las pruebas de producción para que el primer trimestre del año que viene pueda empezar a procesar las esperadas 240.000 toneladas de malta anuales.
El lugar no es baladí: Paraná es la mayor zona productora de malta y de cebada del país. El estado — uno de los veintiséis que conforman Brasil— es una región particularmente boyante en el sector primario, destacando por el cultivo de soja, maíz o caña de azúcar. Las recientes inversiones en la zona revalorizan su importancia, creando un contexto perfecto para el desarrollo de una industria cervecera que cada vez se afianza más en la economía brasileña.
A día de hoy, Agrária Malte, propiedad de Cooperativa Agrária es la mayor maltería de América Latina, con su Pilsen Malt atendiendo a aproximadamente el 30% de la demanda del mercado cervecero brasileño. Además de esta variedad, que es su producto estrella, también ha comenzado a producir Pale Ale, Vienna y Munich, todas elaboradas con cebada cultivada totalmente en territorio nacional. Su capacidad de producción se eleva hasta las 360.000 toneladas, pero la ausencia de instalaciones de tostado había limitado su posibilidad de producir maltas especiales. La nueva planta suplirá tal ausencia y abrirá una nueva etapa en la evolución del negocio cervecero brasileño.