Las estadísticas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos son claras. Muestran que la superficie cultivada de lúpulo se ha desplomado a nivel nacional en un 18% desde 2023, una tendencia de la que no han escapado los productores de Oregón, que también han visto caer sus números en comparación con el año pasado. El estado situado en la costa noroeste del Pacífico ha pasado de 2.800 hectáreas de lúpulo en 2022 a solo 2.200 hectáreas en 2024.
«Con la caída del 12 % el año pasado y un 18 % este año, la última cosecha de lúpulo en Oregón ha sido complicada, por no decir otra cosa. Hasta ahora normalmente se trataba de una variedad de lúpulo que pasaba de moda, pero ahora son todos los lúpulos los que están en caída libre debido a la disminución de las ventas de cerveza», comenta Erica Lorentz, agricultora de lúpulo de cuarta generación en Sodbuster Farms y una de las voces más reputadas del sector.
Tal afirmación fue corroborada por Sam Pecoraro, maestro cervecero de Von Ebert Brewing y secretario del Oregon Brewers Guild que declaró a los medios que «La cerveza suele tener solo cuatro ingredientes: agua, malta, levadura y lúpulo, lo que hace que la calidad de esos ingredientes sea aún más importante. Tenemos suerte de estar en el noroeste, donde se cultiva casi todo el lúpulo de Estados Unidos, pero la caída de las ventas en todo el país afecta significativamente a nuestra comunidad agrícola local y a los cerveceros».
Al igual que el resto de los agentes implicados, la Oregon Brewers Guild atribuyó la situación a los cambios en los gustos de los consumidores. En 2023 ya se intuía que algo estaba pasando cuando se registró el nivel más bajo de consumo de cerveza en Estados Unidos en una generación. Según la empresa de análisis de mercado Beer Marketer's Insights, los consumidores estaban dejando de lado sus cervezas favoritas tradicionales en favor de otras formas de alcohol como los cócteles listos para beber y, en un número cada vez mayor de casos, evitaron las bebidas con alcohol por completo.
Un cambio de tendencia en el consumo de cerveza que afecta a la agricultura
Michelle Palacios, directora ejecutiva de la Oregon Hop Commission, sin restarle importancia a los datos, quiso situar el momento que se vive en un marco histórico, recordando que en el pasado la industria del lúpulo ya había tenido recesiones. «El lúpulo es como cualquier otro producto agrícola. Es cíclico. Sigue un mercado. Creo que lo que es diferente esta vez es que el ajuste se debe a un cambio en la demanda de cerveza, lo que no había sucedido antes.
Las estadísticas muestran que principalmente los estadounidenses más jóvenes están dejando de consumir cerveza o alcohol por completo, por lo que la caída en la demanda podría indicar una tendencia a largo plazo que los agricultores deben tener en cuenta», comentó a raíz de la situación que también están viviendo los craft brewers del estado, que siguen padeciendo un notable descenso en sus facturaciones.
Portland estuvo considerada en su día una piedra angular de la llamada ‘revolución de la craft beer’. Desde hace un tiempo la ciudad más grande de Oregón está sufriendo una serie de cierres de cervecerías y bares que no deja de ser un ejemplo más de una peligrosa tendencia. Entre 2023 y el primer mes de 2024 cerraron más de una veintena de cervecerías, una senda que continuó a lo largo del año en curso.
Nada invita al optimismo porque según la Asociación de Cerveceros, a mediados de 2024, las ventas de cerveza artesanal ya habían caído un 2,1% y no se apreciaban indicios de que las cosas puedan mejorar en lo que falta de año.
«Antes, las ventas se hacían más en el local, la gente salía a cenar a los restaurantes y a consumir en los bares, pero ahora las cosas han cambiado y las ventas se centran más en las tiendas», comentó a la prensa local Sam Pecoraro. «Originalmente éramos un pub con restaurante que tenía una cervecería, pero ahora somos una cervecería que tiene algunos taprooms en Portland», añade Pecoraro, que achaca al COVID el cambio los hábitos de la gente.
En el momento más álgido, Oregón fue el hogar de casi 400 cervecerías, brewpubs y bares que generaban miles de millones. Hoy en día, ese número se ha reducido a unas 300 empresas que tienen un peso estimado en la economía de unos 8.700 millones de dólares de los cuales 2.800 millones corresponden a los salarios de los 50.000 empleados de la industria.
De esos 50.000, casi 1.300 son trabajadores agrícolas que rezan para que la cerveza artesanal no haya sido una moda pasajera y lúpulos que llevan los nombres de puntos geográficos locales como Columbus, Cascade, Willamette o Mount Hood vuelvan a despertar interés.
Oregón, cuna del lúpulo en el oeste
Aun con el descenso de estos años, Oregón constituye la tercera región de cultivo de lúpulo más grande de Estados Unidos. Según la investigadora y archivista de la Oregon State University, Tiah Edmunson-Morton, aunque Nueva York fue el primer estado en producir lúpulo comercialmente a principios del siglo XIX, el cultivo se trasladó al oeste con la “conquista” de ese territorio.
Se desconoce la fecha exacta en la que llegó, pero se sabe que las plantas cultivadas en Oregón fueron las primeras en la costa del Pacífico. Hasta no hace mucho se atribuía a George Wells la paternidad del lúpulo del estado, ya que se creía que su plantación de 1867 en Buena Vista —a orillas del río Willamette— había sido la primera, pero recientemente se han encontrado registros que mencionan a un tal Frederick Walcott Geer, que en 1846 trajo consigo semillas de lúpulo y las plantó cerca de Silverton.
Dejando de lado la discusión sobre el origen de la actividad, de lo que no hay dudas es de que, a principios del siglo XX, el lúpulo ya jugaba un papel importante en la economía local, convirtiéndose entre 1905 y 1915 en el mayor productor del país.
Según Edmunson-Morton, «muchos piensan que fue la Prohibición lo que sacó a Oregón de ese puesto número uno, pero es más complicado que eso. A pesar de la prohibición del alcohol y la Gran Depresión, Oregón siguió siendo el mayor productor de lúpulo del país».
Los cultivos aumentaron después de la Primera Guerra Mundial debido a los desastrosos efectos del conflicto en la agricultura europea. De 1922 a 1943, Oregón recuperó el honor de ser el mayor productor del país y, en la década de 1930 (después de la derogación de la Prohibición), los productores de lúpulo del estado siguieron ampliando sus plantaciones. «En la década de 1930, la zona que rodea Independence, en el condado de Polk era conocida como el “centro mundial del lúpulo”, demandando todo el valle de Willamette una gran cantidad de mano de obra estacional para la cosecha», destaca Edmunson-Morton.
El reto del lúpulo en Oregón ante el desplome cervecero
A principios de la década de 1950, el cultivo del lúpulo comenzó a declinar, tendencia que continuaría en las décadas siguientes a causa de la concentración de la industria cervecera y el gusto por cervezas más ligeras. Los gigantes desarrollaron recetas cada vez con menos lúpulo y optaron por plantas que crecían mejor en otras regiones. Fue con la llegada de los cerveceros artesanales, a mediados de los noventa, cuando la actividad recibió un impulso, especialmente gracias a las valiosas variedades de aroma que ahora ven reducida su demanda.
La disminución de las ventas de cerveza ha supuesto un desafío para las cervecerías, que han tenido que adaptarse o implantar nuevas técnicas de marketing. A los agricultores solo les queda la primera opción, lo que se traduce en ahorros, recortes de gastos y una gestión muy estricta de sus excedentes, que en este momento son muy significativos. Actualmente se estima que hay almacenadas unas 85.000 toneladas de lúpulos, lo que equivale a las ventas de todo un año. Esto ha tenido como consecuencia la necesidad de ajustar la superficie cultivada, reduciéndola para que no siga incrementándose el stock.
Conseguir que con esa disminución de hectáreas no se queden agricultores en el camino parece algo difícil. Reducir el tamaño no puede hacerse de la noche a la mañana y aunque se opte por plantar avellanos o césped —otros de los productos básicos de la agricultura de Oregón— los empresarios deben tener la capacidad para asumir las pérdidas de las costosas inversiones en los campos de lúpulo abandonados.
Por esa razón, Michelle Palacios pide que «Si van a elegir qué beber, consideren la cerveza y preferiblemente una cerveza con lúpulo. Cuando eligen una cerveza de Oregón, también están eligiendo la agricultura de Oregón y están eligiendo a los productores de lúpulo de Oregón». Es una petición a la que seguramente se sumarían los productores de otras regiones que están padeciendo la misma situación.
El caso de Oregón es un claro ejemplo de cómo los cambios en el consumo impactan profundamente en la cadena productiva. La caída en la demanda de cerveza artesanal no solo afecta a las cervecerías, sino también a cientos de agricultores que enfrentan un futuro incierto. Es momento de reflexionar sobre el valor de los productos locales y el papel que desempeñamos como consumidores.
Si deseas profundizar en los desafíos y transformaciones del mundo cervecero, te invitamos a visitar nuestro blog especializado en historia y actualidad cervecera.
Sigue leyendo en el blog de cerveza de Amantes Cerveceros y mantente informado sobre la actualidad del sector. ¡No te pierdas nada!