La empresa británica de servicios de arqueología WYAS ha hecho un descubrimiento que quizás pueda ayudarnos a saber más sobre cómo eran las cervezas del siglo XIX. Durante unos trabajos en el aparcamiento de Brewery Wharf, en el centro de Leeds, los trabajadores constataron la presencia de estructuras arquitectónicas en un sorprendente estado de conservación. En una de las zonas se encontraron con 600 botellas perfectamente apiladas. Inicialmente se pensó que corresponderían a la bodega del Scarborough Castle Inn, un pub cercano que operó hasta la década de 1940, pero la investigación concluyó que los restos correspondían a la vivienda anexa, demolida pocos años más tarde cuando la fábrica de cerveza cercana adquirió los terrenos.
En un primero momento, los arqueólogos creyeron que las botellas podrían contener ginger ale, pero tras un análisis más detallado se determinó que el líquido, con un pH del 5.07 y un contenido de alcohol del 3%, era una cerveza producida alrededor de 1880. Desgraciadamente, en muchas de ellas la concentración de plomo era muy elevada, por lo que la cata se ha pospuesto hasta que se pueda hacer una analítica más exhaustiva.