El pasado 2023 fue un año especialmente activo para Budweiser Budvar, la cervecera estatal checa cuyas marcas distribuye Hijos de Rivera. Buscando disipar los prejuicios de que una empresa pública siempre está estancada y sobrecargada de burocracia, los responsables de la cervecería decidieron potenciar su programa de colaboraciones con otros colegas que tan buenos resultados está dando en el mercado local. Internacionalmente destacó la visita que hizo al Reino Unido el maestro cervecero de Budvar, Adam Brož.
En Bakewell, Derbyshire, Brož fue acogido por la Thornbridge Brewery, donde elaboraron Czech Mates, una Lager de estilo bohemio con un 4,8% ABV en la que usaron malta Maris Otter cultivada en Gran Bretaña, lúpulo East Kent Goldings, agua del Peak District y la cepa de levadura de Budvar. El proceso de elaboración usó la tradicional decocción de la Escuela Centroeuropea y un tiempo de «lagering» de seis semanas. Brož aprovechó el lanzamiento para reafirmar otra de las funciones de estas colaboraciones: ampliar la reputación de la República Checa como una de las «grandes culturas cerveceras del mundo», lo que explicaría de alguna manera el nombre elegido para la marca.
Aunque la segunda parada de Brož en la berlinesa BRLO fructificó en “OK, ¡Czech!”, una Lager muy refrescante de 4,6% ABV que ha recibido numerosos elogios, la que indiscutiblemente más atracción despertó fue la colaboración en la que tuvo como partenaire al pionero de los gypsy brewers.
En Copenhague, el checo le propuso a Mikkel Bjergsø, fundador de Mikkeller, una receta inspirada en la tradición que este tiene cada Nochevieja y que consiste en brindar porque el año entrante sea el Año de la Lager, el momento en el que los consumidores comenzarán a apreciar una cerveza de este estilo sabrosa y bien madurada.
«Budvar es quizás la cervecería especializada en Lagers más emblemática del mundo, Ser invitado por una de las últimas cervecerías estatales, de la patria de la cerveza, la República Checa, es un reconocimiento a lo que Mikkeller ha hecho por la cerveza durante los últimos 17 o 18 años, especialmente los últimos cuatro o cinco años con nuestra vocación por la Lager de calidad», comentó Bjergsø durante la presentación de “#Yearofthelager”. Vestida con la característica imagen del ilustrador de Mikkeller, Keith Shore, estamos ante una cerveza con el aroma, la frescura y el equilibrio que caracterizan a una Lager clásica checa.
LOS INGREDIENTES MÁS CURIOSOS QUE PUEDES ENCONTRAR EN UNA CERVEZA
En su país, Budweiser Budvar hace ya varios años que mantiene un programa de colaboraciones. Fue una iniciativa de otro cervecero de la casa, el carismático Aleš Dvořák. Justo antes de Navidad, Aleš — un apasionado de cerveza artesanal y de la historia— se unió a su colega Jakub Rendl para crear una receta que rompiese con todo lo que habían hecho hasta el momento. Rendl —conocido en el mundillo como Kuba—, fundó en 2016, en Brno, Crazy Clown, una de las cervecerías más creativas de esta parte del mundo.
El uso de ingredientes no convencionales como tinta de sepia, atún seco, mermelada de todas las frutas imaginables, chiles, camarones e incluso embriones, hace que cada nueva cerveza que saca al mercado despierte gran interés entre el público más atrevido. Dado que tras la pandemia ejerce como cervecero nómada, la elaboración con Budvar tuvo lugar en la Pivovar Vik de Praga.
Inicialmente, la propuesta de una Sour NEIPA con lúpulos Cashmere y Superdelic, lactosa y copos de avena no sorprendió a Dvořák. La sorpresa llegó el día de la elaboración: la receta incluía decenas de kilos de malvaviscos (las conocidas nubes de las tiendas de golosinas), bastones de caramelo y cientos de piruletas que tuvieron que ser esmagadas con martillos.
«Cuando a Kuba se le ocurrió la idea, no podía creer lo que oía. Pero estoy totalmente a favor de las cosas locas, así que nos lanzamos a ello. Era un poco escéptico y pensaba que sería una extravagancia que la gente probaría, pero no estaría dispuesta a beber. Cuando la probé cambié de opinión. Es algo increíble; un aroma ligeramente neozelandés, dulzor y acidez no son nada agresivos y están muy equilibrados. Las piruletas que aparecen en el final redondean todo el conjunto.
Kuba, gracias, fuiste una gran inspiración para mí y me diste el coraje para explorar terrenos desconocidos. Ese día antes de Navidad fui tu discípulo agradecido», comentó Dvořák, claramente satisfecho. La cerveza se llamará «Brewstock Candy» y, como su nombre indica, estará disponible en el festival Brewstock que se celebrará en Pilsen el 1 y 2 de marzo.
USANDO “CHUCHES” EN LA CERVEZA
Brewstock Candy de Budvar no es la primera cerveza que usa golosinas en su receta.
En Estados Unidos, Smartmouth Brewing de Virginia lanzó hace unos años Saturday Morning, una IPA de 6,6% ABV con malvaviscos que comercializó como cerveza de temporada, pero que dado su éxito pasó a formar parte del portafolio fijo inspirando a otros cerveceros de todo el mundo. En nuestro mercado, las más destacables quizá hayan sido Más Malos y Marshmallow Sprinkles.
Ambas juegan con la palabra marshmallow, el término inglés para los malvaviscos. La primera fue una Pastry Stout de 6,7% ABV creada por la gallega Nós en colaboración con Maresme, Marina, San Frutos, CCVK, Triskale y Tito Blas. Con la segunda -una Pastry IPA de 5,8% ABV- Basqueland inauguró toda una serie de recetas protagonizadas por “chuches” a la que el pasado 2023 se unió Carmelo Joe, Imperial Pastry Stout de 11,6% ABV que se encuentra entre las creaciones más soberbias de la cervecera de Hernani.
Complementariamente a las cervezas que usan alguna golosina en su receta están aquellas que se inspiran en ellas buscando con otros ingredientes el perfil sensorial de nubes, gominolas y caramelos. Entre los numerosos ejemplos sobresale Stay Puft, una Porter de 5,2% ABV elaborada en Gales por Tiny Rebel con una dosis importante de avena, lactosa y maltas Carafa que incluso evolucionó a una versión “Imperial” con 9% ABV. Los en otros tiempos provocadores BrewDog se asociaron recientemente con Candy Kittens, una empresa fundada en 2012 que es el referente en las gominolas gourmet.
Para conseguir las notas características de los caramelos de goma, la cervecera escocesa añadió a su IPA de Nueva Inglaterra de 6% ABV, aromas naturales y concentrado de saúco y grosella negra.
La cerveza tiene un color rosa brillante, con notas a guayaba y frambuesas maduras. En boca es fresca y suave; el amargor es bajo, aportando el lúpulo matices de frescor al final dulce. Volviendo al malvavisco, un gran ejemplo de cerveza que en catas a ciegas siempre confunde es Marshmallow Psycho creada por la noruega Amundsen Bryggeri.
Esta Imperial Stout madurada en barrica no lleva ni un gramo de golosinas, pero consigue su perfil usando vainas de vainilla de Madagascar en grandes cantidades. En otras de sus etiquetas “inspiradas en los malvaviscos” recurren a extractos, ya que sus experiencias usando auténticas nubes nunca han sido muy satisfactorias por la complejidad de su uso en la fábrica y lo poco que aportan a la cerveza final, tanto si se usan en la caldera de cocción como en el whirpool o en el fermentador.
Puede resultar poco romántico, pero cuando el objetivo es evocar la infancia, cualquier truco es válido. Si quieres rememorar tiempos de risas, juegos y diversión, visita nuestra tienda de Estrella Galicia y deleitate con nuevos sabores. ¡Pruébalo!