La planta, que recibirá 25.000 toneladas de cereal de proximidad al año, será la primera maltera del mundo en obtener la certificación de cero emisiones de carbono.
Fundada en 1996, la cervecería O’Hara’s está ubicada en el condado de Carlow, al sureste de Irlanda. Muchos de los incondicionales de sus cervezas que han recorrido la zona, seguramente habrán sido conscientes de la importancia que la malta ha tenido en esta parte del país, de ahí que no sea extraño que a lo largo de los años hayan surgido iniciativas que tienen al cereal local como protagonista.
Una de las más interesantes llega de Thornhill Agri, una empresa de agricultura ubicada en Tullow —una pequeña ciudad de ese mismo condado— que en 2023 puso en marcha un innovador y ecológico proyecto, el de la Carlow Malting Company. Con tal objetivo en mente, la compañía inició los trámites para obtener los permisos necesarios a fin de instalar la primera planta maltera a nivel mundial que contase con la certificación de cero emisiones netas de carbono. Una clara muestra de la alta concienciación medioambiental del grupo irlandés.
La iniciativa llegó a buen puerto y un permiso de planificación condicional fue concedido el 14 de septiembre por el Consejo del Condado de Carlow en aquel mismo año. El mencionado permiso autorizaba a la construcción de dos silos de cereal, dos unidades de malteado, un almacén para albergar dos unidades de filtrado de agua y cuatro depósitos cilíndricos de acero inoxidable destinados al almacenamiento de agua.
Infraestructura y plazos: ¿cuándo estará lista la planta de Tullow?
Aunque en el lugar donde se desarrollarán las obras —en Newstown, Ardattin, en la antes mencionada urbe de Tullow— ya existe un recinto para el almacenamiento de grano, el proyecto también prevé la instalación de tres nuevos silos con plataformas de hormigón, así como la realización de todas las obras complementarias que resulten imprescindibles para llevar a buen término lo dispuesto en esta autorización. En todo caso se prevé que esta estructura no sea permanente, por lo que podrá desmontarse en cualquier momento.
Respecto a las condiciones a las que quedó supeditado el proyecto, ascienden a un total de 17 y se traducen en exigencias de carácter urbanístico y medioambiental. Por un lado, todos los acabados exteriores de techos y paredes deberán ser de color gris oscuro, a juego con los edificios existentes en el terreno a efectos de mitigar cualquier impacto paisajístico. La licencia también supedita la actividad al deber de registrar la captación de agua ante la Agencia de Protección Ambiental y a la utilización de los mejores medios posibles para prevenir o minimizar las emisiones de ruido y polvo durante la fase de construcción de esta nueva planta de malteado.
A su vez, durante el transcurso de las tareas deberá ceñirse al cumplimiento de las medidas de mitigación descritas en el Informe de Evaluación de Impacto Ambiental que ella misma acompañó en su solicitud de permiso. Sin embargo, conviene matizar que, tal y como informan desde el Irish Farmers Journal, recientemente —en octubre de este 2025— el plan original expuesto ha sufrido una destacada modificación que, no obstante, ya ha recibido luz verde por parte del Consejo del Condado de Carlow.
La nueva autorización contempla el reemplazo de un silo plano por seis silos verticales para grano. Una variación que mejora la eficiencia de filtración y aumenta la capacidad de almacenamiento de la malta terminada. Aunque supone un incremento de la inversión inicial en una cantidad de entre 25 y 30 millones de euros las ventajas asociadas —supondrá reforzar la viabilidad técnica y ambiental del proyecto— permiten amortizar tal desembolso. Ajustado ese detalle, ahora sí, Carlow Malting Company tiene todo listo para comenzar la construcción de la planta este nuevo 2026 y la esperanza de que pueda producir en sus dependencias desde el año 2027.
Tecnología que reducirá el consumo de agua en un 70%
Los promotores de la maltería tenían claro que el respeto al medioambiente no debía limitarse a la fase de instalación, sino que iba a formar parte del desarrollo de su actividad. Así, su bomba de calor de alta eficiencia funcionará totalmente con electricidad generada por energía renovable irlandesa, evitando así la dependencia del gas y eliminando las emisiones directas de dióxido de carbono. Como consecuencia de esta innovación, precisamente, buscará el reconocimiento a través de la exclusiva certificación con la que ha saltado a los titulares.
Por otro lado, contará con el sistema de reciclaje de agua Optistep. En un proceso como el del malteado se requieren grandes cantidades de agua para el remojo de la cebada: esta etapa es crucial pues de ella depende iniciar el proceso vital de germinación del grano en el que las enzimas se activan y modifican el almidón. Durante un periodo que oscila entre las 24 y 36 horas se alterna sumergir la cebada en agua, con dejarla en reposo para que drene el exceso de líquido mientras asciende la humedad en el cereal.
Gracias a la novedosa tecnología, el líquido podrá reciclarse múltiples veces. A la postre, supondrá una reducción del 70% en su consumo total. Además, y como aspecto igualmente positivo, no se generarán aguas residuales. Se trata de un paso más en el consumo responsable que guía a todos los nuevos proyectos de obras, sea cual sea la fase de fabricación cervecera de la que se trate.
Históricamente, la producción de la bebida ha supuesto una gran demanda de recursos hídricos —más allá de la dimensión de esta como ingrediente base— y, habida cuenta de la escasez de líquido, cualquier mejora es bienvenida.
Cereales de proximidad y nuevas posibilidades para los productores de bebidas
Asimismo, y siguiendo con esta dinámica de actividad responsable, el objetivo pasa también por reducir las emisiones provenientes del transporte. Para ello adquirirá el grano de productores de cereales ubicados en un radio de 15 km alrededor de la nueva planta. Otro evidente beneficio será poder trabajar con un ingrediente notablemente fresco y que la eliminación de intermediarios permitirá a los agricultores obtener un precio más competitivo por el resultado de sus cultivos.
Aunque internacionalmente la región de Úlster es la más conocida como centro productor de este cereal, la cebada se adapta bien a los suelos irlandeses y su cultivo se extiende por todo el país. Según sus planes, en Carlow Malting Company se consumirán unas 25.000 toneladas de cebada irlandesa al año, de la que se obtendrán aproximadamente 20.000 toneladas de malta, idónea para fábricas de cerveza o destilerías. No hay que dejar pasar por alto la destacada posición del whisky en el sector de las bebidas producidas en la isla esmeralda.
A priori la planta maltera dará empleo directo a cuatro personas a tiempo completo y dos a tiempo parcial. Hay que tener en cuenta que, aunque actualmente el mercado no pasa por su mejor momento, desde la compañía —según declaraciones a Irish Farmers Journal de Conor Sweeney— se muestran confiados en que entre 2027 y 2028 la demanda de malta experimentará un aumento. A nivel nacional el anuncio de su llegada ha sido bien acogido. Un agente más favorecerá la competencia en un país donde solo hay dos grandes nombres repartiéndose la mayoría del mercado.
Esta realidad contrasta con un pasado donde estas instalaciones proliferaban. Así, en la actualidad en la isla tenemos operando por un lado a Boortmalt, la mayor empresa maltera del mundo; y, por otro a Malting Company of Ireland, cuya sede se encuentra en el condado de Cork. Las maltas Irish Distilling, Irish Stout, Irish Lager e Irish Ale de esta última tendrán que compartir espacio en un futuro cercano con el catálogo de la Carlow Malting Company. No obstante, en esta futura batalla, y siempre que se mantengan los estándares de calidad y la excelencia del producto, las claras vencedoras serán las fábricas cerveceras y destilerías y, en último término, el consumidor final. Tocará estar atento a las nuevas recetas.
La llegada de la Carlow Malting Company no solo asegura que nuestras futuras pintas sean más sostenibles, sino que nos recuerda que detrás de cada trago hay un mundo de innovación y respeto por la tierra. Si te apasiona descubrir cómo los ingredientes más puros se transforman en tu bebida favorita, no te pierdas nuestras guías sobre procesos artesanales.
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