Tras varias solicitudes, finalmente la 'Flanders Red Ale', una especialidad única de Flandes Occidental está en el buen camino para recibir el estatus de Indicación Geográfica Protegida (IGP) de la Unión Europea.
Elaborada únicamente en un número limitado de cervecerías situadas en Roeselare, Tielt, Kortrijk, Kortemark e Ichtegem, los funcionarios belgas comprobaron que se cumplían todos los requisitos antes de enviar la solicitud a la Comisión Europea. Sin duda, el reconocimiento por parte de las autoridades europeas sería una buena confirmación de la calidad del trabajo realizado por los productores, pero sobre todo una defensa contra imitaciones.
«La cerveza flamenca marrón rojiza es un verdadero sello distintivo de Flandes Occidental. El estatus IGP resaltará la calidad y la artesanía de nuestros cerveceros y preservará este legado para las generaciones futuras», declaró el ministro de Agricultura flamenco, Jo Brouns, destacando el valor de un reconocimiento que reitera la importancia de la bebida como parte esencial del patrimonio cultural de Bélgica.
Flanders Red Ale se une a la lista de especialidades protegidas de Bélgica
Frente a otros sellos, la designación IGP protege el origen, los métodos de producción y las características del estilo, garantizando que solo la cerveza elaborada en esta región específica y utilizando estas técnicas tradicionales pueda llevar el nombre de 'Flanders Red Ale'. Según la Comisión Europea, la etiqueta no solo preserva la integridad del producto, sino que también sirve como un indicador de calidad para los consumidores.
La noticia fue recibida con entusiasmo por los cerveceros, que reconocen el potencial de generar un interés que vaya más allá del estilo concreto. «Este reconocimiento podría ayudar a atraer la atención internacional a las cervezas belgas y en particular a la Flanders Red Ale, que es una parte importante de nuestra identidad», declararon desde la Asociación de Cerveceros Belgas.
El reconocimiento llegaría en un momento crucial para los cerveceros flamencos, que han afrontado grandes desafíos económicos debido al aumento de los costes y la caída de la demanda. Aunque las exportaciones tradicionalmente compensan el descenso del consumo local, los pedidos internacionales también disminuyeron el año pasado. «La concesión del sello IGP podría ayudar a generar un renovado interés en la cerveza de Flandes Occidental, lo que supondría un impulso para la industria», sostienen desde la asociación.
La designación se sumaría a otros productos belgas emblemáticos, como la achicoria de Bruselas y las tartas de leche cuajada de Geraardsbergen, que ya están en la lista de especialidades regionales protegidas, poniendo de relieve el rico patrimonio culinario y cultural de Bélgica.
Roja, marrón o marrón rojiza: la identidad cambiante de la Flanders Red Ale
Al igual que la Lambic, el peculiar carácter de la 'Flanders Red Ale' ha hecho que en no pocas ocasiones se la dote de una antigüedad que, ni tiene, ni necesita.
Ya sea en su versión roja, marrón o marrón rojiza —pueden encontrarse con todos estos tonos y etiquetados— las primeras referencias al estilo se remontan a 1850, pero su reconocimiento internacional llegó a finales de la década de 1970, con los trabajos del escritor especializado en cerveza Michael Jackson.
Probablemente buscando enriquecer un mundo que hasta ese momento había estado escaso de literatura, Jackson dividió las cervezas ácidas en dos categorías: 'Brown Ale Flamenca' y 'Ale Roja Belga', relacionando esos estilos con dos provincias flamencas: Flandes Oriental y Flandes Occidental. Para el escritor, ambas cervezas tenían en común su carácter agridulce, pero veía diferencias entre ellas. Decía que una muy evidente era que los cerveceros de Flandes Occidental utilizaban tradicionalmente maltas que aportaban tonos más rojizos.
Sin embargo, la distinción más significativa estaba en que las 'Rojas' más tradicionales disfrutaban de una guarda en grandes depósitos de roble, lo que les confería una mezcla de sabores a caramelo, tanino y ácido. «A medida que la cerveza va envejeciendo se desarrolla el ácido láctico y existe una cierta interacción de las bacterias de la madera.
Algunos productores menos importantes utilizan también tanques metálicos para la fermentación secundaria, pero añaden cultivos de bacterias lácticas», añadía. La combinación de ese «característico color rojo», el envejecimiento en madera y la acidez, lo habían llevado a considerar las especialidades de Flandes Occidental como un estilo independiente por derecho propio, aunque no existiese una denominación concreta para ella.
Todavía hoy el debate continúa y no son pocos los que creen que no existe tal diferencia, ya que sensorialmente la barrera es todavía más difusa que la establecida entre las fronteras provinciales del pequeño país.
La Unesco protege la tradición cervecera belga
Mientras esperan recibir el comunicado oficial de las autoridades comunitarias, los cerveceros belgas siguen disfrutando de uno de los mayos reconocimientos que puede atesorar un producto. En 2016, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura —la Unesco— declaró la tradición cervecera belga como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Lo hizo por la función que cumple esta bebida como parte del patrimonio cultural vivo de una vasta serie de comunidades esparcidas por todo el territorio de Bélgica. «La tradición cultural cervecera desempeña un papel importante tanto en la vida diaria como en los eventos festivos. En todo el país se producen unas 1.500 clases de cerveza diferentes con métodos de fermentación distintos. Desde el decenio de 1980, la cerveza fermentada artesanalmente ha cobrado una gran popularidad.
Algunas regiones del país son reputadas por sus variedades específicas, y también hay comunidades de monjes trapenses que fabrican cerveza y donan sus ganancias a asociaciones caritativas. Además, la población utiliza esta bebida para cocinar, elaborar quesos lavados con ella y acompañar determinados alimentos para darles nuevos sabores, tal y como se hace con el vino», se especificaba en el texto de la Unesco, que también resaltaba la acción de los cerveceros para promover un consumo responsable y las prácticas compatibles con el desarrollo sostenible.
La Flanders Red Ale es solo una de las muchas cervezas belgas con historia. Explora más en nuestro blog sobre cerveza y conviértete en un experto. ¡Visítanos en Amantes Cerveceros!