Frente a Escandinavia, en el resto de los países del viejo mundo con tradición cervecera la existencia de un legado de fermentados elaborados para la Navidad es, cuanto menos, discutible. Mucha de la información que puede encontrarse es fruto de esa nefasta costumbre de copiar y pegar sin buscar las fuentes o de malas traducciones, algo inadmisible en estos tiempos.
Ante la falta de investigaciones históricas y con la osadía propia de los pioneros, los primeros escritores cerveceros quisieron dotar a la cerveza de un pasado con tintes románticos. Desde hace un tiempo, en Amantes Cerveceros nos dedicamos a “actualizar” esos mitos y ahora nos toca transformarnos en una especie de EbenezerScrooge dickensiano para tratar la cerveza de Navidad en el Reino Unido.
¿Qué tradición cervecera había en el Reino Unido?
Se cree que la leyenda apócrifa de una tradición cervecera navideña en las islas parte de dos hechos. Por un lado, estaría The Merry Boys of Christmas; Or The Milk-Maid’s New Year’sGift, una canción de 1681 que celebraba el ritual de tomarse una —o varias— contundentes cervezas navideñas; y menos de dos siglos después, en 1804, tenemos la anotación de un anónimo corresponsal que describía las cervezas navideñas como «agradables al paladar, pero pesadas».
Martyn Cornell, Pete Brown y Ron Pattinson son referentes de cómo debe investigarse el pasado cervecero. Ninguno de ellos ha encontrado pruebas de que los fabricantes británicos produjesen cervezas específicamente para Navidad hasta fechas muy recientes.
Por el contrario, sí han recogido menciones a Ales oscuras que, en invierno, como si de un glühwein se tratase, eran calentadas, especiadas e incluso “enriquecidas” con huevos y destilados. Ahí estaría el origen del término Winter Warmer (calentadoras de invierno) aplicado a la cerveza, pero según apunta Cornell, con la llegada de la India Pale Ale esa forma de consumo desapareció, al no hacer buenas migas lúpulo y calor.
Todo parece indicar que la idea de promocionar algo como ‘Christmas Beer’, ‘Christmas Ale’ o ‘Winter Ale’, partió del otro lado del canal. A principios del siglo XX, Bélgica se había convertido en un buen mercado para los cerveceros ingleses —en 1908 se inauguró un inmenso almacén en Bruselas para recibir esta mercancía líquida— exportándose cada año hasta la Primera Guerra Mundial más de 600.000 botellas de Pale Ales, Stouts y Scotch Ales. Lo más probable es que en Bélgica se vendiese Scotch Ale como si fuese cerveza navideña. Dado que en los anuncios de los periódicos en pocas ocasiones se mencionan por separado ‘Scotch’ y ‘Christmas’ como categorías distintas, la asimilación debía ser plena.
Las Winter Warmers británicas
En cuanto a las Winter Warmers, Cornell y Pattinson sostienen que, tal vez, se tratase de alguna estrategia de los cerveceros de Burton para dar movimiento a sus pesadas y poco comerciales Ales cobrizas. Tal idea es corroborada por un texto de Andrew Campbell, que en 1956 —una vez levantadas las restricciones de posguerra— escribió que «la Burton u Old, un tipo de cerveza oscura aún más fuerte que Best Mild, estaba a la venta en los meses de invierno».
De esa época apenas queda la Young’s Winter Warmer, uno de los estándares del “estilo”. Esta cerveza era originalmente una Burton Ale, dulce y con cuerpo –las maltas Maris Otter y Cristal se combinan con lúpulos Fuggle, Golding y azúcar de caña— y no recibió la denominación comercial de ‘Winter Warmer’ hasta 1971.
El otro referente de la Navidad cervecera británica, la Winter Welcome de Samuel Smith’s, tampoco puede presumir de senectud, ya que salió al mercado en 1989.
Como ven, de la realidad a la bucólica postal victoriana de trabajadores recibiendo su paquete navideño lleno de cervezas elaboradas con tal fin hay un trecho enorme y fantasioso.
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