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Los británicos gestionaban las colonias mediante un sistema en el que el beneficio que se obtenía en ellas debía ser destinado a la metrópoli. Tras las guerras con los franceses y los indios de la década de 1760, Londres impuso a sus Trece Colonias americanas nuevos impuestos que no fueron muy bien recibidos.

 

En estos asentamientos, en los que vivían más de dos millones y medio de personas, había comenzado a florecer el sentimiento independentista. En la década de 1750, las colonias comenzaron a colaborar entre sí, en lugar de tratar directamente con Gran Bretaña, algo a lo que intentó poner fin la metrópoli.

 

Los padres fundadores de Estados Unidos mantuvieron una relación muy estrecha con la cerveza. Benjamin Franklin comenzó a trabajar como aprendiz en una imprenta y una de sus responsabilidades consistía en suministrar cerveza a los trabajadores que, según era costumbre en Inglaterra, cobraban una parte de su salario en forma líquida.

 

Aunque Franklin menciona en sus diarios lo poco que le gustaba esta tarea y lo absurdo que consideraba el consumo de cerveza, finalmente acabaría apreciándola. Algo parecido le sucedería a John Adams, primer embajador de los Estados Unidos en la corte británica, de quien era conocida su afición por la Ales fuertes.

 

Para 1770, la industria cervecera estadounidense estaba muy bien establecida. George Washington, Patrick Henry, Thomas Jefferson, Samuel Adams y James Madison promovieron la industria cervecera en las colonias. Aunque estos personajes abogaron por un boicot a las importaciones de cerveza inglesa, aún así la primera acción real contra las políticas británicas se planificó en la Green Dragon Tavern de Boston.

 

El 16 de diciembre de 1773 Samuel Adams dirigió desde ese local una protesta contra la subida de los impuestos que se conoció como “Boston Tea Party”. El levantamiento culminó con el asalto y saqueo de los buques de carga británicos que históricamente se conoce como El Motín del Té.

 

La noticia del levantamiento en Boston se extendió por las colonias, y aún con dudas iniciales, la rebelión acabaría por prender. En tabernas como la Fraunces de Nueva York o la Buckman de Lexington, Massachusetts, las milicias de los Hijos de la Libertad planificaron sus primeras acciones militares que desencadenarían la guerra.

 

El primer acto de rebeldía se produjo en 1775 cuando los oficiales reales fueron expulsados de las colonias. Al año siguiente los Estados Unidos de América se declararon independientes.

 

Bajo la dirección militar de George Washington y con el apoyo de Francia y España las victorias se sucedieron. Washington operaba una pequeña cervecería en Mount Vernon, durante la Guerra Revolucionaria, se aseguró de que sus tropas recibieran un litro de su cerveza cada día. Como la producción de Mount Vernon no era suficiente, otros cerveceros, especialmente en Nueva York, firmaron acuerdos con el ejercito rebelde para suministrar cerveza.

 

Finalmente, tras la Batalla de Yorktown, en 1783, se firmó un tratado de paz en el que Gran Bretaña reconocía al nuevo estado.

 

Thomas Jefferson escribió gran parte de la Declaración de Independencia en la taberna Indian Queen de Filadelfia. En 1789 se adoptó la nueva Constitución y George Washington se convirtió en el primer presidente, cargo que pasó a Jefferson cuando el primero se retiró. Más tarde, después de dos períodos como presidente, experimentó con las nuevas técnicas de elaboración cervecera durante sus años de jubilación en Monticello.