Es el momento de aprender a servir la cerveza. Como iniciación, veremos el servicio de tres clases de cerveza.
¡Pero recuerda, en los tres casos debemos partir de una copa limpia y humedecida!
LAGERS
Son las cervezas de baja fermentación, con un alcohol que va del 5% en volumen al 6%, y las que más se consumen en el mundo. Frescas, limpias, refrescantes y sabrosas… ¡Nuestra Estrella Galicia!
1º. Humedemos la copa y la inclinamos unos 45º. Sin que se toquen copa y botella, servimos suavemente dejando que la cerveza se deslice
2º. Una vez que la copa se va llenando, cuando tengamos unas tres cuartas partes, vamos girando hasta que quede en vertical.
3º. Jugamos con la altura de la copa y la botella para vaciar el resto de la cerveza, formando una bonita corona de espuma conocida como giste.
ESPECIALES Y ALES
Hablamos de cervezas de alta fermentación o especialidades de baja fermentación. En la mayoría de los casos, su contenido en alcohol es más elevado que las Lagers y sus sabores son más complejos.
1º. Humedecemos una copa tipo cáliz o balón e inclinamos unos 30º. El servicio debe ser extremadamente delicado para evitar que el poso —si lo tiene— termine en la copa.
2º. Cuando ya tenemos la mitad de la copa llena, vamos situándola en vertical muy despacio, al mismo tiempo que alejamos la copa. Veremos que se va formando la espuma.
3º. En este momento, con la copa en vertical, coronaremos la cerveza. No debemos olvidarnos de preguntarle a nuestros invitados si prefieren la cerveza con el poso. Si tienen dudas le dejarmos la botella con él. ¡Es una cuestión de gustos!
CERVEZAS DE TRIGO O WEISSBIER
Originaria de Alemania y con un pasado como “ceveza de la nobleza”, la cerveza de trigo, con su efervescencia y gustos cítricos, es uno de los estilos más refrescantes que existen. Su servicio también tiene su ritual, siendo muy recomendable disponer de una copa alta y grande, ya que normalmente se presentan en botellas de medio litro.
1º. Humedecemos la copa. Con una inclinación de unos 45º, servimos con muchísimo cuidado pero con decisión hasta que tengamos la copa llena en 4/5 partes. No debemos preocuparnos por no haber hecho espuma.
2º. Humedecemos la copa. Con una inclinación de unos 45º, servimos con muchísimo cuidado pero con decisión hasta que tengamos la copa llena en 4/5 partes. No debemos preocuparnos por no haber hecho espuma.
3º. Con el vaso en vertical, la coronamos con la deliciosa y aromática combinación de cerveza y levadura. ¡Prost!