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¿Por qué el reparto de cerveza con caballos Shire está en peligro de extinción?

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En abril de 2021 volvió a escucharse el sonido de las fuertes pisadas de los caballos Shire en las carreteras de los Cotswolds. Fue todo un acontecimiento en el Reino Unido. No era para menos. Debido a las diversas restricciones por el confinamiento, habían pasado casi dos años desde que Commander y Lucas visitaran por última vez los pubs de la zona para entregar las cervezas de Hook Norton. 

«En la cervecería tenemos una larga tradición de caballos de trabajo de raza Shire. Es algo que consideramos muy importante. Nuestros caballos son muy queridos en el pueblo y creemos firmemente que tienen un lugar especial en nuestro equipo, ya que trabajan localmente y nos representan en eventos externos. Tenemos un nuevo equipo y nos complace que los chicos estén en forma y listos para volver al trabajo tras la flexibilización del confinamiento», comentaba en un reportaje de la BBC el Head Brewer y director de la fábrica, James Clarke. 

Aunque algunas cervecerías cuentan con caballos Shire, estos se utilizan principalmente para eventos promocionales. En 2021, la cervecería de Oxfordshire era una de las pocas que en el Reino Unido continuaba una tradición centenaria. Actualmente, la cifra se ha reducido únicamente a dos fabricantes. Este febrero, Wadworth decidió dar un merecido descanso a Sam y George, los Shire que había usado en los últimos años para realizar entregas en sus pubs de Wiltshire, en el sudoeste de Inglaterra.  La decisión no fue motivada por la llegada de nuevos ejemplares sino porque el fabricante optó por poner fin a una actividad que había mantenido desde el siglo XIX. 

Wadworth cierra sus establos y se despide de sus caballos Shire

Inicialmente, Wadworth planeaba edificar nuevos establos, pero aduciendo la inviabilidad debido al aumento de los costes de construcción, la complejidad de la obra y «la presión financiera del presupuesto gubernamental», renunció al proyecto. Todo indica que el traslado de la producción de su sede histórica en Northgate Street —en el centro de la localidad de Devizes– a las afueras también habría jugado un papel importante.  Realizar las entregas en un carro tirado por caballos desde las nuevas instalaciones era muy complicado, por lo que Wadworth había solicitado una licencia urbanística para construir unos nuevos establos en el pueblo en los que ubicar a Sam, George y Walter —este último incorporado en el primer semestre de 2024—. 

Según la historia de la compañía, los caballos Shire comenzaron a trabajar en Devizes en 1885, llegando a contar con casi medio centenar. Como muchas otras fábricas, durante la Segunda Guerra Mundial Wadworth tuvo que deshacerse de los animales, pero a principios de la década de 1970, buscando una vuelta a los orígenes, recuperó la distribución con tracción animal, adquiriendo cuatro equinos.

Tras la decisión de dar carpetazo —descrita por un portavoz de Wadworth como «una gran tristeza»—, los caballos ahora tienen un nuevo hogar en Gentle Giants, un centro para Shires en Gales. Allí, han cambiado los barriles de cerveza por un arado y son visitados frecuentemente por un público interesado en conocer de cerca una raza que, además de por su fuerza, tamaño, obediencia y valentía, es conocida por la paciencia.

Del campo de batalla a las cervecerías: la historia de los caballos Shire

La existencia de Gentle Giantas es un reflejo de la situación que viven los Shire.  Actualmente, la raza se encuentra en peligro de extinción debido al rápido descenso en el número de ejemplares motivado por la caída de las actividades que los empleaban. Y es que atrás quedan los tiempos en los que estos caballos eran los reyes, tanto de las calles de Londres como de los campos británicos.  Desgraciadamente, su nacimiento se produjo con un fin menos loable que el suministro de cerveza o las labores agrícolas.

Utilizado originalmente como caballo de guerra para transportar a los caballeros ataviados con pesadas armaduras, durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial volvió a los campos de batalla, tirando de la artillería en condiciones penosas. Tras el último conflicto planetario, el Shire casi se extinguió y solo la dedicación de un pequeño grupo de criadores evitó que desapareciese del rural inglés.

Históricamente, parece que su antecesor fue un caballo robusto y de músculos poderosos, pero con menor alzada.  Esta sangre fría o cold-blooded, introducido en Inglaterra tras la conquista normanda, se describe por primera vez alrededor del año 1066. De él surgiría el "gran caballo inglés" tan mencionado por los escritores medievales y que gozó de un período de esplendor durante el reinado de Enrique VIII

En la primera mitad del siglo XVI el monarca promocionó su cría e incluso aprobó leyes que establecían sus dimensiones mínimas y prohibía su exportación. Esto último no se consiguió, ya que los primeros Shires pronto cruzaron el canal. Su destino era tirar de carros y diligencias en Holanda, Flandes y Alemania, países que, al igual que el Reino Unido, contribuyeron a vertebrar.

«Tanto en el comercio como en la agricultura, los caballos Shire impulsaron la industria británica. Trabajaban en campos, pueblos, muelles y molinos. Había millones. Durante muchos años, hubo una gran demanda de caballos corpulentos con gran fuerza muscular y temperamento equilibrado, y los criadores aplicaron sus habilidades para desarrollar estas importantes características», sostienen desde la Shire Horse Society, una asociación que lucha desde 1878 por la conservación de la raza en Gran Bretaña.

Con la formación de las primeras grandes cerveceras especializadas en el estilo Porter, los Shire entraron en las fábricas de cerveza por la puerta grande. Durante casi trescientos años se convirtieron en un elemento extremadamente importante en ese ecosistema. Se estima que, en la época de mayor actividad en la capital, los cerveceros londinenses empleaban unos tres mil caballos. Inicialmente, los Shires se usaban en todas las labores de la fábrica, pero con la llegada de la máquina de vapor de James Watt, se especializaron en el reparto.

Cervecerías que resisten: los caballos Shire siguen repartiendo cerveza en Reino Unido

Winston Churchill creía que la sustitución del caballo por el motor de combustión interna había iniciado un período muy sombrío en el progreso de la humanidad. Es algo que parecen compartir en Tadcaster. En este pueblo de Yorkshire opera la que está considerada la cervecería más antigua del condado y una de las más tradicionales y «ferozmente independientes» del Reino Unido.

En la Old Brewery de Samuel Smith piensan que «en la carretera, el caballo sirve al hombre. En el establo, es al revés. El camionero puede llevar su camión de vuelta a la cervecería, apagar el motor y volver a casa. No así el jinete. Sus caballos dependen de él para obtener comida y agua, una cama limpia para la noche y arreos limpios para la mañana. Cuando están sucios y manchados de sudor, el jinete debe limpiarlos. Si tienen los cascos doloridos, el jinete debe encargarse de que el herrador les cambie las herraduras. Cuando están enfermos, el jinete debe cuidarlos. Finalmente, cuando están viejos y cansados, el jinete debe darles un retiro en algún tranquilo campo. Si piensas en un buen jinete, la siguiente palabra que te viene a la mente es dedicación».

 

Samuel Smith es una de las cervecerías que ha vinculado su imagen a la de los caballos Shire. La relación es tan estrecha que, en su caso, los establos están detrás del Angel & White Horse —el pub de la cervecería— y los caballos blancos de la familia siguen utilizándose para realizar entregas en Tadcaster y alrededores cinco días a la semana. Lo hacen tanto en invierno como en verano y generalmente cuando la mayoría de los vecinos están durmiendo. Es así porque a sus Shire les gusta el silencio. Una vez terminada su jornada, los animales pasan el resto del día en sus dependencias privadas o en el patio de la cervecería donde todo está habilitado para su comodidad y bienestar.

En la anteriormente mencionada Hook Norton, los Shire también están habituados al duro trabajo, pero al contrario que en Samuel Smith, es posible verlos en la cervecería, ya que las instalaciones cuentan con un pequeño museo dentro del bloque de establos dedicado a la historia de la raza y su relación con la cerveza. Los caballos de carga han sido parte integral de la vida cervecera desde su fundación en 1849 y durante muchísimos años fueron la columna vertebral de su sistema de reparto. 

Actualmente, Hook Norton cuenta con tres Shire: Brigadier, Balmoral y Cromwell. Habitualmente los caballos realizan entregas locales de miércoles a viernes, cubriendo un radio de unos seis kilómetros desde la cervecería, incluyendo los pubs Sun Inn, Pear Tree y Gate Hangs High.

Curiosamente, la elación del personal de Hook Norton con sus caballos va más allá de lo laboral. El cochero profesional Nicholas Carter y la moza de cuadra Sarah Nash comparten frecuentemente pintas de Ale con los Shire. Confiamos en que, a Sam y George, en su nuevo hogar en Gales, no los hayan privado de este hábito tan saludable.

Hoy, mientras su galope se apaga en muchas rutas, unas pocas cervecerías resisten al olvido, manteniendo viva la esencia de una época donde lo artesanal tenía rostro… y crines.

 

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