Prácticamente cada semana algún cervecero propone una receta que incluye entre sus ingredientes alguno que, cuanto menos, podría ser considerado excéntrico. Curiosamente, tal como ha demostrado nuestra línea Fábrica de Cervezas, muchos de ellos funcionan magníficamente, aportando interesantes matices a la cerveza, enriqueciendo la experiencia sensorial y permitiéndonos abordar maridajes más atrevidos.
La última en explorar el lado salvaje de la creatividad cervecera ha sido la Manhattan Brewing Company. Este fabricante de Kansas ha aprovechado el inicio de la temporada del sirope de arce para unirse al grupo de cerveceras que creen que los donuts deberían estar en la despensa de cualquier brewer. Por ello se ha aliado con sus vecinos de Varsity Donuts para crear una cerveza con sabor a la golosa rosquilla, beicon y sirope de arce. A la hora de producir Varsity MBD Stout se encontraron con que, al añadir los donuts al fermentador, la levadura devoraba del azúcar y generaba un contenido superior de alcohol, en este caso entre el 10% y el 12% en volumen.
Aunque nos parezca extraño en nuestro mercado, combinar los sabores dulces de los donuts y el sirope de arce con la carne ahumada crujiente es algo habitual en los desayunos estadounidenses. La pionera en incluir ese potente mix sensorial en una cerveza fue Rogue Ales, una de las cerveceras estadounidenses que encabezó la craft beer revolution. En 2011, los de Oregón lanzaron Voodoo Doughnut Maple Bacon Ale, cerveza de alta fermentación en la que el trabajo de maltas rauch se complementaba con beicon ahumado con madera de manzano y sirope de arce.
Desatados por el éxito de esta receta, las propuestas de los años siguientes fueron cada vez más atrevidas. En 2012 el donut recibió una cobertura de chocolate, plátano y mantequilla de cacahuete, y los años siguiente tendríamos la Voodoo Doughnut Lemon Chiffon Crueller Ale, la Doughnut Grape Guerrilla, la Doughnut Pretzel, Raspberry & Chocolate Ale e incluso una Doughnut Bacon Maple Vodka. Esa desenfrenada carrera hacia la locura parece haber finalizado momentáneamente con Beard Beer, cerveza fermentada con levadura salvaje cultivada a partir de nueve pelos de la barba de su maestro cervecero retirado, el histórico John Maier.
La idea de Rogue (la inicial, la de los donuts y la panceta, no la de la levadura barbuda) gustó tanto a la gente del brewpub Funky Buddha de Boca Ratón que pensaron que quizás con algo así podrían encontrar su lugar en este competitivo mundo. Lo consiguieron con Maple Bacon Coffee Porter, una cerveza negra de 6,4% de alcohol en volumen que sustituye la rosquilla por un café bien cargado y que incluso cuenta con un festival propio cada mes de febrero. La cervecera de Florida propone acompañarla con panecillos empapados en sirope de arce, sándwich de beicon y huevo, costillas a la brasa, mofongo, chicharrón, y rematar con tarta de chocolate fundido. Absténgase los que estén a dieta.
En el caso de Evil Twin —la cervecería del danés Jeppe Jarnit-Bjergsø— sus recetas con donuts fueron un paso más para acrecentar su reputación y desprenderse de la alargada sombra de su hermando Mikkel, fundador de Mikkeller. Evil Twin Imperial Doughnut Break, Doughnut Maple Syrup Bourbon Barrel Aged o Michigan Maple Jesus recibieron puntuaciones muy altas en las plataformas de valoración y todavía hoy se encuentran entre las favoritas de miles de aficionados.
La lista de craft estadounidenses con cervezas de esta categoría es muy extensa. Incluye nombres tan conocidos como Samuel Adams, Sierra Nevada, Dogfish Head o The Bruery, por lo que sorprende que el fenómeno no haya tenido una traslación a otros mercados. En Europa encontramos algún ejemplo interesante como la Rauchmarzen with Smoked Bacon & Maple de la polaca Funky Fluid, pero siguen siendo escasos. Todo podría resumirse en que unos hábitos de desayuno diferentes a los de los norteamericanos nos han mantenido, por el momento, al margen de estas cervezas. Por el momento, repetimos.