El  Resurrection Fest Estrella Galicia acaba de cumplir 12 años. Y lo ha celebrado por todo lo alto. No conforme con meter a 80.000 personas en un pueblo en el que a diario viven unas 15.600, en esta edición la organización ha decidido volver a superarse. Después de arrasar el año pasado con Iron Maiden, el festival de Viveiro ha conseguido cerrar una de las pocas fechas mundiales, y la única en toda la península ibérica en 2017, de Rammstein. Ver su espectáculo de fuego y pirotecnia con banda sonora  ha sido, seguramente, una de las razones de peso que muchos encontraron este año para no perderse el que ya es un referente del metal y la música extrema en Europa.

 

Los alemanes eran uno de los reclamos más claros del cartel y su directo no defraudó. Salieron puntuales, igual que todas y cada una de las bandas que tocaron en el ResuEG, con cuenta atrás incluida que acabó literalmente en fuegos artificiales y bajada de telón. Pronto vinieron las llamas que salían de todas partes del escenario y las que sorprendía al público en mitad del recinto. Guitarras que escupían fuego, un chaleco que hizo explosionar el cantante como si se tratase de una inmolación y hasta una lluvia de estrellas plateadas entre canción y canción. Imposible perderse un minuto de este espectáculo en mayúsculas de principio a fin que no tuvo ni un sólo momento más bajo que otro. Todo estaba calculado al milímetro para hacer coincidir los beats de batería con los fuegos artificiales, los silencios con los apagones de luz y los vestuarios con los temas más apropiados en cada caso. Y la ejecución fue magistral. Desde el famoso “Du hast”, pasando por “Amerika” y terminando con “Engel”.

 

Además de Rammstein, que llamaban la atención incluso por haberse traído 4 camiones llenos de material para su concierto desde Alemania hasta Viveiro, en el Resurrection Estrella Galicia también vimos otras bandas internacionales. Es el caso de los estadounidenses Mastodon, los británicos Bury Tomorrow, los franceses Alcest o los suecos Adhesive que convivieron en la ciudad del rock por unos días con bandas emergentes y nacionales como los gallegos Bala y Mutant o los vascos Porco Bravo.

La lluvia se portó muy bien con Galicia en un fin de semana en el que estaba siendo traicionera en el resto de España de manera que Viveiro pudo lucir su mejor cara como anfitrión de la cita más esperada del año para los fans del rock, punk y heavy. Música oscura que sonaba por todos los poros de la Mariña lucense mezclándose con el olor a empanada y los restos de salitre de unos cuerpos ávidos de puro metal. 100 bandas, 4 escenarios especializados por estilos y dos tipos de público: los que veían los toros desde la barrera y los que se animaban a salir al ruedo, dar volteretas en el aire y, sobre todo, levantar la mano cornuda mientras meneaban la cabeza.

 

Quién les iba a decir a aquellos dos hermanos de Viveiro que un día pensaron en montar una cita modesta con el rock, el metal y el hardcore en casa, que 12 años después iban a crear este monstruo de referencia en Europa capaz de agotar entradas y congregar en el pueblo a 80.000 personas de 30 países distintos.

 

El templo del rock, este año con Estrella Galicia de patrocinador oficial, se ha cerrado para volver a abrirse dentro de 365 días. Estamos impacientes por ver cómo te superas el año que viene Resurrection Fest Estrella Galicia. Has dejado el listón muy alto.