PALE ALE Y BITTER, DOS NOMBRES Y UN ESTILO

Cerveza Pale Ale o Bitter

Cuando en nuestra tierra decimos la palabra cerveza la primera imagen que aparece en nuestra cabeza es una caña, es decir una lager rubia y fría. Pero en Reino Unido, hasta hace relativamente poco, la imagen habitual era un vaso de pinta de color ambarino más o menos claro. Una Pale Ale o una Bitter.

Pale Ale y Bitter son dos maneras de llamar a una misma cerveza, al menos originalmente. Pero entonces si son el mismo estilo ¿por qué dos nombres?

Los elaboradores bautizaron a este estilo inspirándose en su baja intensidad de color, son cervezas pálidas. Sin embargo, los parroquianos de los Pubs se fijaron más en su sabor amargo. De ahí que, poniendo el foco en dos aspectos distintos de la misma cerveza, surgieran dos nombres Pale (pálida) Ale y Bitter (amarga).

PALE ALE

El nacimiento de las cervezas pálidas fue todo un acontecimiento. Hasta mediados del siglo XVII las maltas se tostaban mediante fuego de leña, eran todas oscuras y ahumadas. En 1642 siguiendo las indicaciones de Hugh Plat, se cocinó (cooking) el carbón para crear el coque (coke) con el objetivo de tostar la malta en Derbyshire. La idea era crear una malta que no fuese ni ahumada ni tan oscura. Como resultado se obtuvo la que llamaron Pale Malt, literalmente malta pálida.

¡Qué sorpresas se lleva uno cuando estudia sobre cerveza! ¡Quién podía imaginar que un carbón tan útil como el coque se desarrollara para…maltear la cebada!

Sabiendo esto no es difícil comprender que para los cerveceros de la época lo más destacable era eso, su color. Pero no le hables de tecnicismos a alguien que quiere beberse una buena pinta.

Durante mucho tiempo, hasta el siglo XIX, el mercado de las Islas Británicas se decantó sobre todo por las Ales oscuras, las Porter y las Stouts, pero durante el transcurso de ese siglo todo cambió drásticamente y se iniciaron los años dorados de las Pale Ale.

BITTER

Hacia 1845 el imperio británico eliminó una fuerte tasa impositiva al vidrio. Esto permitió una gran expansión de la cerveza embotellada y de los vasos fabricados con este material. Como consecuencia los consumidores empezaron a valorar la apariencia de las ales que bebían. Las botellas estaban etiquetadas y los fabricantes identificaban en ellas el estilo: Pale Ale.

En los Pubs se bebía cerveza de barril (cask) y allí mandaba el cliente, que seguía utilizando la palabra ‘Bitter’, aunque en la etiqueta pusiera ‘Pale Ale’. ¿Por qué insistían en llamarla Bitter?

Los barriles de cerveza inglesa e irlandesa, más conocidos como cask, están pensados para insertarles el grifo directamente y ser servidos por gravedad o impulsando el líquido mediante una bomba de mano. En estos cask, los cerveceros introducían a sus Pale Ale una dosis extra de lúpulo. Esta técnica se conoce como dry hopping. Esta carga extra de lúpulo da como resultado una cerveza más aromática y amarga, dándoles la razón a los feligreses habituales de los pubs al llamarlas Bitters.

Así pues, realmente la versión en botella era distinta a la de barril y podemos decir que al final sí son dos cervezas distintas.

GUIAS DE ESTILO

Cuando uno se fija en las guías de estilo profesionales advierte que la diferenciación es forzada pues realmente se solapan. 

Sí existe una subdivisión clara entre las bitters:

  • Ordinary Bitter; las más ligeras con una graduación entre 3% y 4,2%
  • Special Bitter o Best Bitter son las que tienen entre 4,2% y 4,8% volumen alcohólico.
  • ESB o Strong Bitter son las más intensae con una graduación entre 4,8% y 5,8%.

Entre las Pale Ale vemos que existen dos versiones, la inglesa y la americana.

La versión inglesa tiene un contenido en CO2 más bajo y también son más balanceadas o redondas. Las versiones americanas son más burbujeantes y con un claro énfasis en el lúpulo.

Si te apetece una cerveza con mucho sabor, pero no muy alcohólica ya sabes que Pale Ale o Bitter es una buena elección.

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