La premisa de un profesor de química convertido en traficante de droga ya tiene en sí mismo un atractivo innegable, pero lo que ha hecho de Breaking Bad una de las grandes series de la historia de la televisión es la combinación de un eficaz uso de la tensión con un gran elenco de personajes. Aunque los contradictorios protagonistas principales, Walter White (Bryan Cranston) y su alumno Jesse Pinkman (Aaron Paul), atraen toda la atención, los aficionados nunca olvidarán al agente de la DEA Hank Schrader (Dean Norris), cuñado de White.
Durante su convalecencia en la segunda temporada, Schrader se adentra en la elaboración de cerveza en casa con poca fortuna. En el quinto capítulo todo el trabajo de producción de su marca Schraderbräu se va al traste a causa de un problema de fermentación que provoca una curiosa situación. El agente piensa que alguien está disparándole cuando lo que realmente pasa es que las botellas comienzan a explotar con gran estruendo a causa del exceso de gas.
Recientemente, Norris se asoció con la cervecera californiana Figueroa Mountain Brewing para lanzar una cerveza con el mismo nombre, pero esta vez la Marzen está correctamente elaborada.
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