Hoy en día el lúpulo es uno de los ingredientes fundamentales para elaboración de la cerveza, pero no siempre fue así. Antes de que su uso se popularizara, una mezcla secreta de hierbas dominaba en las recetas cerveceras: el gruit.
Ya sabemos que, además de los ingredientes básicos (agua, malta, lúpulo y levadura), las cervezas pueden incorporar otras materias primas como cereales, frutas y especias. Pero es posible ir un paso más allá y añadir productos que, aparentemente, nunca asociaríamos con una receta cervecera. Así, podemos encontrar cerveza con productos de mar, hierbas, vegetales, lácteos…
Productos de mar
Desde hace siglos se utilizan determinadas algas y algunas partes de pescado por las propiedades clarificantes que tienen en la cerveza. Más curioso es el caso de las ostras. Aparentemente, sus conchas empezaron a utilizarse con este fin porque al tener un alto contenido en carbonato cálcico atraen las partículas en suspensión de la cerveza y las depositan en el fondo. Se cree que algunos cerveceros, para ahorrar tiempo, añadían el molusco completo, junto al lúpulo, en la caldera de cocción, ya que la carne desaparecía por completo durante el hervido.
Dentro de la línea de Fábrica de Cervezas de Hijos de Rivera se pueden encontrar alguna cerveza con productos del mar. Es el caso de nuestra conocida cerveza de percebes de la Costa da Morte y Ramallo de Mar.
Hierbas
Antes de uso del lúpulo, los cerveceros recurrían a diferentes mezclas de hierbas para contrarrestar el dulzor de la malta y darle su toque personal a las elaboraciones. En la Edad Media a esa mezcla de hierbas se le denominada gruit y era comercializada por la nobleza y la Iglesia en régimen de monopolio. Habitualmente el gruit contenía enebro, mirto de Brabante y milenrama, pero había otras mezclas con brezo, salvia, hojas de pino o escoba. En la actualidad, algunos cerveceros están recuperando su uso.
Vegetales
La necesidad de azúcares fermentable favoreció el uso de vegetales como las calabazas; pero incluso aquellos cerveceros que no tenían esa carencia han experimentado con los vegetales con un fin únicamente sensorial. De todos ellos, el que más expectación despierta es el pimiento (concretamente chiles habaneros y chipotle). ¡Eso hasta la llegada de nuestra Fábrica de Cervezas con la cerveza de pimientos de padrón!
Café y chocolate
Es frecuente encontrar cervezas negras, como la Porter y la Stout, que utilizan como ingrediente el chocolate o el café. Las cualidades de las maltas muy tostadas generan aromas y gustos que recuerdan a ellos, así que el uso de estos ingredientes sirven para potenciar estas características.
Aunque pueda parecer una moda actual, diferentes documentos muestran que ya se utilizaban en Londres durante el auge del Imperio Británico. Era tal la cantidad de productos que llegaban, que los cerveceros vivían en una experimentación constante.
Lácteos
La leche provoca en la cerveza varios fenómenos: un gusto cremoso, notas dulces y una evidente turbidez. Hace tiempo, las Milk Stouts eran recomendadas para las mujeres que habían dado a luz, pero ahora muchos cerveceros artesanales han recreado ese estilo con fines comerciales. Otros incluyen leche o yogures buscando nuevas sensaciones.
Alimentos elaborados
¿Es posible añadir una hamburguesa con partatas fritas a una cerveza? ¿Una pizza? ¿Batido de vainilla? ¿Bacon? ¿Donuts? Pues sí, la creatividad no tiene límites… ¿Los resultados? Los dejamos a vuestro criterio.