El growler es un recipiente que permite transportar la cerveza de bodega sin perder su calidad. Permite llevar a casa cerveza recién elaborada, sin aditivos ni conservantes, lista para disfrutar y compartir. La recuperación del growler es consecuencia de las nuevas tendencias de consumo craft que han traído también la recuperación de estilos y técnicas de elaboración.

Reutilizable

Protege la cerveza

Volúmenes ideales para compartir

Recuperamos así un método de conservación de cerveza que se ha utilizado desde antes del siglo XIX en tabernas y licorerías.

Antes del abaratamiento del vidrio y la aparición del tapón corona, lo habitual era acercarse hasta una cervecería y adquirir la bebida a granel.

Este sistema entró en declive con la ley seca y la prohibición de la bebida.

Pasado ese momento, las cerveceras adquirieron modernas embotelladoras y el growler fue perdiendo visibilidad, aunque continúo utilizándose para transportar las cervezas craft más
exclusivas.

Es un formato actual porque una nueva generación ha vuelto a comprar a granel.

Cómodos de transportar.

Son reutilizables, con el consiguiente valor para el medioambiente.

Están pensados para compartir.

Están vinculados a cervezas de producción limitada o comercializadas en barril o tanque.

Son herméticos lo que hace que la cerveza no se derrame y permanezca fresca durante un tiempo.

Son una buena vía de comunicación con el productor, ya que compras directamente en uno de sus puntos de venta más exclusivos.


Evita exponerlo a la luz.

Disfrútalo en un máximo de 24h.

Mantenlo refrigerado.

Se limpia de manera sencilla y hay varias
opciones: Enjuagarlo con agua caliente tras servir la última porción de cerveza o, si dejas transcurrir tiempo sin enjuagarlo, es mejor recurrir a algún limpiador. El secado debe hacerse siempre al aire.
Tras la limpieza y secado, el growler está listo para volver a llenar en nuestro local y disfrutar de nuestra cerveza siempre fresca.

El formato del growler ha cambiado mucho en los últimos cien años. Los avances en el diseño consiguieron una mejor protección para la cerveza de su interior y la incorporación de cierres mucho más herméticos permitieron mantener la frescura y extender la vida útil.

Existen growlers de cerámica, acero inoxidable y vidrio.

En nuestro caso, los recipientes son de vidrio, por su accesibilidad, la facilidad de reciclado y el buen comportamiento con la cerveza si esta se consume directamente del envase.