Hoy en día el lúpulo es uno de los ingredientes fundamentales para elaboración de la cerveza, pero no siempre fue así. Antes de que su uso se popularizara, una mezcla secreta de hierbas dominaba en las recetas cerveceras: el gruit.
Hoy nos vamos de cosecha, en concreto nos vamos a la cosecha del lúpulo. En el hemisferio norte, septiembre es el mes en que tradicionalmente se recolecta esta planta responsable del amargor y el frescor de la cerveza. Una tarea muy laboriosa, muy especial y que requiere de mano de obra muy preparada.
La recolección paso a paso
La planta del lúpulo, al ser trepadora, crece siguiendo unas guías que se sostienen en postes de madera de varios metros. Por eso, lo primero que debe hacerse es cortar la planta a una altura de un metro del suelo, para que permanezca colgada en los cables guía.
Esas matas deben recogerse tirando con fuerza, pero es preferible cortarlas en la parte superior para minimizar los daños. A día de hoy, la tarea se realiza con medios mecanizados o con un operario elevado, pero antiguamente incluso llegaron a usarse zancos.
Es el momento de separar de la planta la preciada flor del lúpulo (esos pequeño conos verdes). Esta parte del proceso también se ha mecanizado, pero antes de eso era una tarea reservada a niños y mujeres. Algo importante en esta fase es descartar las flores que tengan daños.
Una vez separadas las flores, hay que secarlas, para conseguir así que tengan el grado de humedad ideal.
En la última parte del proceso, el productor destina unas flores para su uso directo y separa otras para ser prensadas formando pellets. De cualquier forma, se conservaran en frío para que no pierdan sus propiedades.
Una actividad estacional
Las economías agrarias siempre han necesitado una gran fuerza de trabajo temporal para la cosecha de los cultivos a medida que maduraban. En la actualidad, la mayor parte de este trabajo lo realizan máquinas recolectoras especializadas, pero anteriormente eran familias las que pasaban las épocas de cosecha trabajando en los campos de cada región.
En septiembre, miles de trabajadores se desplazaban a las zonas de cultivo de lúpulo para la cosecha. Era habitual que muchos de ellos permaneciesen varios meses en esas regiones, ya que previamente se trabajaba en la recogida de fruta y posteriormente en la de la patata.
En el caso de Inglaterra, a finales del siglo XIX los campos de Kent atraían cada año a 250.000 trabajadores eventuales, muchos de ellos llegados de Londres.
La cosecha de lúpulo de Estrella Galicia
En la década de 1930, José María Rivera fue uno los impulsores de la primera plantación de lúpulo en Galicia, concretamente en la zona de Betanzos. Los cultivos dieron buenos resultados y Betanzos llegó a convertirse en la principal productora de lúpulo de España, pero la actividad desapareció en los años 70 derivada, entre varias cosas, por la despoblación del rural gallego.
En 2004, Estrella Galicia firmó un acuerdo con el Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo (CIAM) para producir lúpulo gallego, reactivando así su cultivo en Galicia. Desde entonces, cada mes de septiembre, Estrella Galicia recoge y procesa el lúpulo gallego que será usado en la producción de La Estrella de Navidad y en otras recetas de edición limitada.
En 2004, Estrella Galicia firmó un acuerdo con el Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo (CIAM) para producir lúpulo gallego, reactivando así su cultivo en Galicia. Desde entonces, cada mes de septiembre, Estrella Galicia recoge y procesa el lúpulo gallego que será usado en la producción de La Estrella de Navidad y en otras recetas de edición limitada.