Texto: María Martín Consuegra
Fotografías: Áitor Nova ( www.aitornova.com)
Tiempo. Ese que nos hace falta a cualquier ser humano para afrontar cambios. O para, simplemente, enfrentarnos a cualquier circunstancia de nuestro día a día. Ese tiempo que a veces nos cuesta tanto dar a un músico o a nuestra banda preferida. Simplemente tiempo. Un poco de tiempo, un viaje del que hace tiempo regresó, un par de discos y una amable reconciliación con su pasado es lo que ha hecho falta a Xoel López para conseguir lo que consiguió este jueves en La Riviera. Reunir a una legión de seguidores que corearon una a una sin excepción todas las canciones de un repertorio centrado en “Paramales” y “Atlántico”, y en el que a penas se incluyeron un par de canciones de la etapa de Deluxe. Pero qué canciones: “Ver en la oscuridad”, que interpretó junto a Miguel Rivera, de Maga, e “Historia universal (el amor no es lo que piensas)”, que puso el punto final no solo al concierto, también a la gira (al menos en Madrid, porque este sábado cerrará finalmente gira en Barcelona).
Antes de eso, la noche nos había dejado entrañables momentos como “La casa hace ruido cuando no estás”, en un acustiquísimo junto a Lola Garrido, compañera de escenario y de vida de Xoel. O canciones como “Por el viejo barrio”, “Hombre de ninguna parte” o “Caballero”, que ya suenan (y son coreados) como si de clásicos se tratase. La presentación de la canción “Sol de agua” sirvió de excusa para conocer que Xoel ya se encuentra preparando nuevo disco. Un álbum en el que volverá a trabajar codo con codo con Ángel Luján, que ya produjo “Paramales”.
Pero el inicio del concierto no fue menos impresionante. Xoel puso a cantar en gallego a casi 2.000 almas que se sabían al dedillo las estrofas de “A serea e o mariñeiro”. ¿Quién podría hacer algo similar si no Xoel López?. Un público que coreó como si no hubiera un mañana el “Ohh Ohh Ohh” de “Patagonia” y que bailó canciones como “Almas del Norte” (complicado no mover los pies con ella). Los mismos que entonaron algunos versos del “Ojalá” de Silvio Rodríguez que se arrancó a cantar Xoel López y que minutos antes había pinchado Dj Pichurra (entrañable colaborador de la familia de Promociones sin Fronteras que acaba convirtiéndose fácilmente en el alma del sarao en el que esté).
Pero el concierto del jueves también fue un reencuentro con una sala en la que Xoel ha vivido algunos de los momentos más importantes y excitantes de su trayectoria musical. Fue precisamente esta sala la que hace ahora 10 años colgaba el cartel de “no hay entradas” para ver a un Xoel López que en aquel momento se escondía bajo el nombre de Deluxe. “Fue en 2007, en la presentación de ‘Fin de un viaje infinito’”, recuerda Xoel en el Facebook Live que ofreció a SON Estrella Galicia horas antes de este concierto, “En aquel momento era como una hazaña llenar una Riviera con la música que hacía, ahora con la música que hago incluso es más hazaña todavía”.
Y la hazaña volvió a superarse anoche, en un adiós que llega en un momento “dulce” de la carrera de Xoel. “Estos conciertos eran una manera de poner punto y final a la gira ahora que estaba en un momento bonito”, explicaba Xoel a SON Estrella Galicia. Y lo cierto es que “Paramales” se va tan solo un año y medio después de haber visto la luz. Lo que venga ahora, solo el tiempo lo dirá.
