Christina Rosenvinge
Christina Rosenvinge
18 de marzo de 2016 21:00h
Venta anticipada: 10 €

La madrileña, Christina Rosenvinge formó su propio grupo, Ella y los Neumáticos, junto a Lars Krantz (Décima Víctima), Rodrigo de Lorenzo (Ciudad Jardín) y Edi Clavo (Gabinete Caligari) en los inicios de La movida. El grupo se disuelve en el 81 con tan solo una maqueta grabada después de unas cuantas actuaciones memorables. Tras de algunos proyectos que no llegan a tener nombre conoce a Alex de la Nuez. Con él forma Alex y Christina, grupo influenciado por el pop francés y la bossanova que llegará a tener un enorme éxito con sus dos discos, Alex y Christina” (Warner Music, 1987) y “El ángel y el diablo” (Warner Music, 1989).

En el 92 decide apostar por su propio grupo, Christina y los subterráneos, con el que graba dos discos, Que me parta un rayo” (Warner Music, 1992) y Mi pequeño animal” (Warner Music, 1994). Posteriormente grabará otros dos álbumes como Christina Rosenvinge a secas, Cerrado (1997) y Flores raras (1998) Con un estilo mucho más personal, lo que elevará su estatus ante la crítica y el público especializado.

En el año 1999, Christina se muda a Nueva York e inicia una nueva carrera en el mundo anglosajón. Tras una serie de conciertos en muchos de los clubes históricos del underground neoyorquino (CBGB’s, Tonic, Knitting Factory o Cooler, entre otros) graba durante varios meses su disco, Frozen Pool (Smells Like Records, 2001). Éste la sitúa en el mapa indie americano a la vez que consigue críticas muy favorables en medios como Time Out N.Y., The Wire, Pitchfork o Time Magazine. Gira el nuevo proyecto por EEUU y Europa, tocando en algunos festivales como All Tomorrows Parties en Los Angeles, Les Femmes S’en Mêlent en Paris y South by Southwest en Texas. El disco se publica en Japón a través del prestigioso sello P-Vine.

“Foreign Land” (2002) es su segundo disco, cantado principalmente en inglés. En España se publica en la colección del Europeo junto con un libro de imágenes realizadas por Ray Loriga. En Estados Unidos se edita una vez más o a través de Smells Like Records. De vuelta a España realiza una gira que incluye festivales como el Primavera Sound. En febrero de 2006 Christina fundó Søster Records para publicar su nuevo trabajo, Continental 62, que cierra la “trilogía en lengua inglesa”. Aquí vuelve a colaborar con los músicos neoyorquinos Steve Shelley y Lee Ranaldo (Sonic Youth), Tim Foljahn (Two Dollar Guitar), Jeremy Wilms (Antibalas, Chin Chin) y los españoles Charlie Bautista y Suso Saiz, que firma la producción junto a Rosenvinge. Ese mismo año giró con el proyecto Acordes con Leonard Cohen junto a John Cale, Jackson Browne, Enrique Morente, Kiko Veneno, Santiago Auserón, Javier Mas, Toti Soler o Duquende.

En 2007 y 2008 colaboró en sendos proyectos de las artistas Sophie Calle (Take Care of Yourself; Bienal de Venecia) y Rosalía Banet (Comestibles). También en 2007 y por invitación de la revista Rockdelux tiene lugar una gira junto a Nacho Vegas que resulta en la grabación del EP Verano Fatal (Limbo Starr, 2007). Christina vuelve al castellano como idioma principal de sus composiciones al tiempo que recupera un formato de canción más clásico; este proceso culmina con la edición de su nuevo trabajo discográfico, Tu labio superior (Søster / Warner Music, 2008), grabado en Nueva York junto su banda norteamericana a la que se añadió para la ocasión el guitarrista Chris Brokaw (Codeine, Come). Rosenvinge vuelve a firmar la producción. El proyecto se completó con la edición del EP Tu labio inferior (Søster / Warner Music, 2008).

Después de una larga gira vuelve al estudio (de nuevo en Nueva York, otra vez con los músicos que han grabado junto a ella sus últimos discos) en 2011 para grabar La joven Dolores” (Søster / Warner Music, 2011): las letras de las canciones son, según los medios especializados, de gran altura poética (inspiradas en mitos clásicos). En este nuevo disco colaboran Benjamin Biolay y Georgia Hubley (Yo La Tengo). También en 2011 se edita la caja antológica “Un caso sin resolver” (Søster / Warner Music) que incluye rarezas grabadas en directo, nuevas versiones de algunos de sus clásicos, colaboraciones y un dvd con multitud de videoclips, mini documentales y piezas de difícil catalogación.

“Buscaba un sonido que se podría definir como romanticismo industrial, es decir, plomo en la base y ondas eléctricas expandiéndose hacia el cosmos, lirismo expresado sin complejos. Otra vuelta de tuerca, vaya. Las circunstancias parecían alejarme del pop confesional y el formato semi-electrónico encajaba especialmente bien con la temática cuasi metafísica de las letras, que giran alrededor de las múltiples crisis que crecían a mi alrededor amontonándose sobre mis pequeñas crisis personales, muy serias las primeras y muy cómicas las segundas. Las canciones, todavía humeando en la tableta, le iban llegando a Raül Fernández “Refree”, con el que he llegado a una conexión musical casi telepática después de que me acompañara en la última gira. Cuando tuve más de una decena empezamos a grabar. Era junio de 2013. Una vez terminado, a final de verano, me pareció que un gesto rompedor como para mí lo era este disco no podía publicarse bajo un esquema conservador. Así que, con la paciencia que da tener alguna cana ya, me senté a esperar que pasara por mi puerta un nuevo convoy de soñadores mientras reclutaba mi propia tropa de voluntarios, la ilustradora Paula Bonet entre ellos. Así es como he llegado al Segell del Primavera. El título, Lo nuestro, saltó de un poema a la portada del disco por sí mismo una mañana. En el poema me preguntaba, después de una larga enumeración de opciones, en qué consistía “lo nuestro”: quiénes somos, qué nos espera y qué es lo que nos pertenece es un tema presente en casi todas las canciones. Estoy hecha un lío y hablo en plural; tampoco sé a quién llamar “nosotros”. Que quede claro que aunque apunto a cuestiones peliagudas no tengo respuestas para nadie, lo que quiero es expresar con absoluta contundencia la incertidumbre”.