Por María Nieto

Hay pocas formas más divertidas y productivas de arrancar un puente que con un festival. Tal vez por eso -o puede que porque donde esté la música, allí están ellos- SON Estrella Galicia se hizo cargo del escenario Fanzine Fest instalado en la emblemática Fundación Luis Seoane. Una jornada maratoniana y mágica de ritmos electrónicos en un entorno privilegiado: el magnífico edificio de piedra, acero y cristal que alberga la colección permanente de la Fundación Seoane en A Coruña -y que en estos días contempla también otras tantas muestras puntuales, todas ellas contemporáneas y únicas, perfectas para el sonido que nos acompañaba.

La jornada arrancaba de buena mañana con Bosidoling, Kushan Khan y The Panic Room, y aunque a priori uno pensaría que los ritmos electrónicos no son precisamente lo más indicado cuando todavía tienes en la boca el regusto del primer café de la mañana, lo cierto es que el experimento funciona. En buena medida, porque los Djs Sets elegidos para arrancar la jornada no son el plato fuerte, y en parte porque la jornada sonora se acompaña de actividades para toda la familia, lo que permite a los padres más melómanos acudir acompañados de los más pequeños de la casa, que encuentran en la cita talleres creativos y juegos.

Pero, como ya adelantamos en el título, en el Fanzine Fest todo fue eléctrico, y como tal fue subiendo de intensidad según avanzaba la jornada. Los cuatro grandes protagonistas de una cita con más de 20 artistas invitados fueron, sin duda, los cuatro artistas que se aventuraros a demostrar su talento en formato live: sin trampa ni cartón.

RAM fueron los primeros en dar el salto al vacío, cuando la tarde estaba en pleno apogeo, y ante una Fundación Seoane bastante más activa y multitudinaria de lo que cabría esperar para un viernes festivo a la hora de la sobremesa. Con toques Free Jazz y un sonido suave y casi meloso, que recuerda a un contrabajo acariciado, arrancaba este dúo ganador de la I Convocatoria de Música Electrónica promovido este año por Fanzine Project, que fue subiendo de intensidad según comenzaba a refrescar la tarde en A Coruña. En menos de 60 minutos de actuación lograron pasar de la electrónica más evocadora y melosa al sonido galáctico, para terminar su actuación, entre aplausos y ovaciones del público presente, que no dejó de bailar, con una mezcla francamente explosiva entre sonidos mecánicos y el latido de un corazón.

El dúo RAM abrió la puerta de la cabina -una estructura metálica, futurista y hermosa, con el logo de 10 años de SON EG en su frontal- a LeFrenk, el auténtico descubrimiento de la tarde. El artista coruñés es un apasionado de la música electrónica en todas sus expresiones y tendencias y comenzó a experimentar en el 2000 con software de producción musical, para publicar su primeras referencias en 2006. Armónico y suave, su electrónica amable y con bases rítmicas pegadizas y casi sonrientes epató al personal, que se contagió al segundo de su espíritu bienrollista y divertido. Su espectáculo, que nacía cuando el sol comenzaba a ponerse, concluía a las 18:30 con una eclosión de sonidos capaz de convertir al más escéptico.


Viktor Flores y su Dj Set -Periodista y DJ gallego conocido por su residencia y co-programación en el mítico club vigués Vademecws, y por ser miembro fundador del Colectivo SINSALaudio- se encargaron de mantener el pabellón bien alto hasta la llegada de Oswld, el contrapunto perfecto al sonido de LeFrenk. Oscuro y eléctrico, sin piedad y sin miedo, su sonido es personal e intransferible pero se contagia. El bonaerense atrajo al público a primera fila. La noche se cernía ya sobre una Fundación Seoane abarrotada de público y los grifos de Estrella Galicia situados en el patío enclausatrado del centro de la edificación empezaban a estar ya a pleno rendimiento.

Pero quedaba todavía mucha noche por delante. Pervert y Amulador fueron los responsables de dar por inaugurada la sesión nocturna, que aguardaba con auténtica ansia el plato fuerte de la noche: el británico Galaxian.

Fue entrar en la cabina ese casco que tan representativo resulta para el artista, y fundirse el hielo; todo uno. Galaxian ocupa cómodamente un espacio fuera de géneros fáciles de definir. No es un artista confinado dentro de convenciones obvias, envuelve al oyente con texturas dramáticas y orgánicas antes de arrastrarlo a un pulsante estallido de percusión de ametralladora. Pasajes sutiles y melodías tiernas dan paso a una vorágine de intrincada de melodías y percusión que surgen de una ola de ambientes psicodélicos. Su apariencia evoca resistencia y liberación, como preparándose para una inminente desintegración de la civilización tal y como la conocemos, para dar paso a una nueva y mejor, basada en sus ritmos y sus mezclas, imposibles y catárticas.

La medianoche era ya historia y los fieles, legión, cuando Dinamite dio por concluida la velada con un estruendo final en forma de luz y oscuridad, sonido y silencio, demostrando que, efectivamente, la noche del viernes 5 de diciembre en el Escenario SON EG del Fanzine Fest, todo fue eléctrico.