Los sombreros y las botas de cowboy se hicieron en la noche del viernes con el Teatro del Arte de Madrid. La ocasión lo merecía: Nikki Lane, la forajida de la americana music, estaba en la ciudad. Lane, que repetirá hoy en el mismo lugar tras haber agotado todo el papel el viernes, se presentó en formato de trío acústico ante un público que la veía por primer vez en la ciudad, dentro de una gira europea (su primera gira europea) que la ha llevado por ciudades como Munich, Manchester, Edimburgo, Oslo o Bruselas. Era una noche especial: primera vez de Lane en un escenario madrileño, junto a un guitarrista madrileño y habiendo agotado todas las entradas. A todo ello se sumó un público entregado que no paró de pedir canciones (que fueron aceptadas e interpretadas por Lane sin dudarlo un segundo) y un anfitrión como Santiago Alcanda. El director de “Como lo oyes” (Radio 3) se encargó de presentar la velada, con sombrero de cowboy incluido.
La dulce pero rotunda atmósfera de sus canciones sobresalió en temas como “Love’s on fire”, “Lies”, “Gone, gone, gone” o “Sleep with a stranger”. Sin hacer distinción entre discos, Lane fue intercalando temas de su primer trabajo, “Walk of shame” (2011) y de su segundo proyecto (2015) “All or nothing”, producido por Dan Auerbach (The Black Keys). Unos temas que sirvieron para constatar que la música de Nikki Lane carece de artificios. Y en ocasiones, hasta de micrófonos. Como si estuviera en el salón de su casa, Nikki Lane apartó los micrófonos y cantó al aire temas como “Coming home to you”. Uno de los muchos momentos mágicos que nos brindó la autora de temas supremos como “The right time”, que también sonó en el Teatro del Arte.
Hay quiénes la comparan con la mismísima Lucinda Williams y, la verdad, razón no les falta. Nikki Lane tiene la garra, la personalidad y la voz rota de la reina del folk estadounidense que sedujo (musicalmente hablado) a popes del género como como Tom Petty, que versionó el mítico “Change de locks” de Williams. Pero además Nikki Lane cuenta con la frescura de la escena underground a la que pertenece y no tiene problemas en mezclar su música con otros géneros como el pop o el garage rock. ¿Quién sabe? Si todo sigue así, quizás la próxima vez que nos visite el sold out lo haga en una Joy Eslava. O una Riviera. Pero nosotros podremos decir que fuimos los primeros. Y que la vimos en el acogedor Teatro del Arte.
Nikki Lane repite en Madrid este domingo, 22 de mayo. Puedes conseguir tu entrada aquí.
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