Santiago de Compostela ha vuelto a convertirse del 12 al 15 de septiembre en epicentro de la música electrónica y de vanguardia abanderando el arriesgado y exquisito WOS Festival x SON Estrella Galicia. Lo de arriesgado no solo hace referencia a sus propuestas, también a la constancia y cabezonería con la que trabaja desde hace seis años el colectivo Work On Sunday, que además de dar nombre a la propuesta, hace posible un festival urbano de estas características en el casco antiguo de una de las ciudades más bonitas del mundo. WOS Festival x SON Estrella Galicia, que este invierno recibió el galardón de “Mejor festival indoor de Europa” en los European Festival Awards, se encuentra actualmente en uno de sus momentos más dulces, sobre todo si tenemos en cuenta que en esos premios se reconocieron “monstruos” que nada tienen que ver con WOS Festival como Primavera Sound o Mad Cool.

Pero, lejos de convertirse en un festival para grandes públicos, WOS Festival sigue fiel a la filosofía que lo vio nacer. Algo que este año se ha traducido en una treintena de propuestas musicales y audiovisuales que se han completado con proyecciones, encuentros y mesas redondas desde el miércoles hasta el domingo y que nos han permitido descubrir artistas consagrados y también promesas de lugares como Reino Unido,Uganda, Alemania, EE.UU., Canadá, Japón, Bélgica, Francia, Portugal o España.

Todo ha acompañado estos días en Santiago de Compostela, hasta el buen tiempo, que ha permitido disfrutar de los conciertos de la terraza de la Fundación Eugenio Granell (que han completado su aforo en casi todas las citas) en mejores condiciones imposible. Por allí hemos visto desfilar la clase y elegancia del trío instrumental inglés Vels Trio, la poderosa propuesta de la artista Lafawndah, o la fusión de percusión indígena y música club que ofrecieron el viernes Nihiloxica.

Fue también el viernes cuando disfrutamos de una de las propuestas más esperadas de este año, la de Holly Herndon, artista estadounidense que se ha hecho un hueco en la música electrónica gracias a mezclar sonidos puramente artificiales con voces humanas.

La sala Capitol fue la encargada de acoger esa propuesta, como también acogería un día después otros grandes esperados de WOS Festival 2019 como la compositora, productora y música británica Gazelle Twin o Plaid, parte bien grande de la historia de la música electrónica de los últimos 25 años.

La reutilización de espacios emblemáticos como lugares en los que hacer música, es otra de las características de un festival que comenzaba el miércoles con la pianista española Marina Herlop. Sintetizadores y electrónica al servicio de una voz arriesgada y potente se daban cita en el paraninfo de la Universidad de Santiago. Pero ésta no ha sido la única propuesta española del cartel de este año, la violoncellista Margarida Mariño, Clara! o el artista sonoro y músico experimental Xiselr se han encargado de poner el toque español a un festival de texturas, de sensaciones, un festival para disfrutar con sentidos que no sabemos ni que existen.

En ese sentido, no podemos pasar por alto los directos de Mary Latimore y Rafael Anton Irisarri, que se han desarrollado este año en uno de los escenarios más peculiares del festival: la Igrexa da Universidade. A la primera no le hicieron falta palabras para ofrecer una clase magistral de improvisación con arpa y efectos sonoros. El segundo, “uno de los artistas más célebres de la música ambient contemporánea”, según Drowned  in Sound, nos trasladó a paisajes bien alejados de esta pequeña pero majestuosa iglesia construida por los Jesuitas en el S. XVII.

Pero WOS Festival x SON Estrella Galicia, que finalizaba el domingo con la propuesta del dúo noruego Deaf Center, es mucho más que eso. En el apartado de encuentros, mesas redondas y proyecciones, ha puesta en el candelero temas como la música electrónica generada por inteligencia artificial, el futuro de los festivales o encuentros con figuras como Drew McDowall, uno de los pioneros de las vanguardias musicales en Europa a partir de los códigos punk. También la proyección de cintas como “Coda”, “7 Limbos” o “Zorn I”, presentada por primera vez en España.