«Estar como en casa». Cuatro palabras para describir lo que uno siente cuando acude a esta antigua fábrica de salazón del siglo XIX, que lleva ya más de 25 años programando conciertos y se ha convertido en todo un referente de la vida cultural de O Grove (Pontevedra).

Reconstruido en la década de los setenta para acoger un club náutico, poco a poco se convirtió en un local centrado en la música en directo, y el Náutico es hoy lugar de peregrinación para todo tipo de público. «Es muy variopinto. En algunos casos, es la banda la que determina que algunos días haya un público determinado. Digamos que en una noche de rock hay un público mayoritariamente rockero, y en un concierto indie, un público indie. Pero por lo general es un espacio poblado con todo tipo de gente y de todas las edades», cuenta Miguel de la Cierva, dueño del Náutico. Y es que los grupos y artistas que han ido pasando por allí han jugado un papel crucial en la evolución de la sala, que ha sido lenta pero constante. «El público ha crecido, pero también ha aumentado la nómina de amigos músicos que dan vida a unos veranos llenos de conciertos».

Los veranos del Náutico no son fáciles de olvidar. Su localización, al pie de la playa de la Barrosa en San Vicente do Mar, con sus aguas tranquilas y cristalinas de telón de fondo, es uno de sus mayores alicientes, dibujando un escenario poco habitual y muy especial para los directos. Durante la temporada estival, esta suerte de chiringuito funciona a pleno rendimiento, con más de 50 conciertos en el mes de agosto y 25 en julio, anunciando tres o cuatro en el resto de los meses. «Hay cosas para el gran público y otras propuestas más dirigidas a un público minoritario. La idea es hacer algo equilibrado y sostenible», explica Miguel, señalando que dar con esa variedad y estabilidad no siempre es fácil. Para conseguirlo, el boca a boca ha sido muy importante. «Muchas de las bandas tienen muchos seguidores y dan a conocer el lugar a público nuevo cada año», apunta. La naturalidad y el ambiente familiar del Náutico ha atrapado a más de un artista, pero este rincón de O Grove cuenta con ciertos «embajadores» de renombre, como Iván y Amaro Ferreiro. «Cada año traen a grupos amigos que pasan a ser amigos del Náutico».

Con una larga lista de deseos aún por delante, por los carteles del Náutico han pasado un buen puñado de nombres de primera línea de la escena nacional. «A Antonio Vega lo recordamos con mucho cariño», afirma Miguel, que también destaca el paso de Ariel Rot, Pereza, Leiva, Los Ronaldos, Deluxe, Xoel López, Andrés Súarez, Juan Perro o Los Secretos.

Artistas que figuran en la playlist que ha preparado Miguel, con canciones que «recuerdan momentos muy especiales vividos aquí cuando la gente las tocaba».