Shout Out Louds

Texto: Bruno Corrales

Viernes a media tarde en el aeropuerto de Múnich. Adam Olenius y los suyos se ven obligados a reorganizar la hoja de ruta y retrasar el concierto que esa misma noche deben dar en Madrid. A partir de ahí, embarques, vuelos y carreras en taxi por el centro de la capital para llegar por fin, y milagrosamente, a probar sonido en la sala Cool Stage. Pero que no cunda el pánico. Con casi 18 años en activo, los suecos regresaban a nuestro país para presentar su quinto larga duración y sus seguidores aguardaban expectantes y pacientes a lo largo de la calle Isabel la Católica, conscientes de que la espera merecería la pena.

 

Shout Out Louds

 


Y así fue. Quienes a principios de siglo sorprendían con aquel debut titulado «Howl Howl Gaff Gaff» (2005) demostraron ser un seguro de vida en directo, además de grandes profesionales. Llegaban esta vez con nuevo disco bajo el brazo, «Ease my mind» (Merge Records, 2017), otro capítulo de su pop hipervitaminado y vitalista, más directo que anteriores entregas, listos para repartir amor y melodías deslumbrantes. Tomadas las posiciones, no daban las once de la noche cuando el grupo aparecía sobre el escenario y sonaban las primeras notas de “Paola” y, a continuación, uno de sus clásicos básicos, “Very loud”. Acordes contagiosos ideales para escapar de la rutina. Poco después llegaría el momento de bajar un poco las revoluciones, cuando Olenius, de blanco impoluto, agarraba la guitarra acústica para interpretar “Jumbo jet” con el etéreo acompañamiento a las segundas voces de Bebban Stenborg, también a cargo de los teclados.

 



A la diestra de Olenius, Ted Malmros al bajo y Eric Edman a la batería mantenían el ritmo con la soltura y complicidad de un grupo de amigos enamorados del pop a lo largo de los años. Carl Von Arbin a la guitarra y la citada Stenborg a los teclados y coros completan una banda que fue referente del indie de los primeros compases de siglo, y que siguen firmes en su intención de dibujar melodías a la altura de las adictivas “The comeback” o “In new Europe”. Parecía que debido a las horas todo tendría que terminar algo abruptamente, sin bises, pero nada de eso. La banda nos regalaba sus últimas energías del día en forma de hits con temas como “Walls”, broche de oro a un día movido en el que finalmente todo salió a pedir de boca.

 

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