Concierto Os Mutantes en Playa Club A Coruña

Hay que ser muy grande para arrancar un concierto en Galicia preguntando al público quién habla portugués. Claro que también hay que serlo para llevar 50 años haciendo buenos directos si perder comba, cambiando de formación y aun así conservando la esencia original.

Y Os Mutantes son ambas cosas. Una banda capaz de convertir una sala del norte de Galicia en un pedacito del trópico en pleno martes, a ritmo de chachachá, mambo, rock, psicodelia, y lo que se tercie. A estos brasileiros no se les resiste nada, ni si quiera una noche entre semana en pleno mayo. Tal vez por eso más de 200 personas -entre ellas, muchos rostros conocidos de la cultura- bailaron sin tregua en la pista del Playa Club, como si Sao Paulo tuviese embajada en medio del escenario de la sala.

COncierto Os Mutantes en A Coruña

Os Mutantes nacieron oficialmente con su primer disco, hace 50 años. Pero como las cosas cambian, poco queda ya de la formación original que en 1968 publicaba “Os Mutantes” y “Tropicalia: ou Panis et Circensis”, los dos álbumes que los transformaron en renovadores del tropicalismo.

Después de un largo parón y tras reunirse en 2006, 2018 será el año de su nuevo trabajo discográfico, y también el año de su esperado regreso a los directos en España, liderados por Dias, con Esmeria Bulgari y Carly Bryant en la voz (esta última también con guitarras y teclados), Henrique Peters en los teclados, Vinicius Junqueira en el bajo y Claudio Tchernev en la batería.

Su llegada al Playa Club prometía intensidad, y eso mismo dieron. Con el público entregado de antemano y dispuesto a no dejar un solo músculo sin explotar en la pista de baile, Os Mutantes subieron al escenario con una máxima como norma: nada de seguir el set list. Los periodistas -y éramos muchos- congregados, que habíamos consultado previamente el listado de temas, nos llevamos una sorpresa tras otra. Era como si la banda hubiese decidido seguir su instinto, o incluso los designios de los asistentes. Si la gente pedía marcha, sonaba chachachá, si querían parar el tren para acercarse a la barra a reponer fuerzas con una Estrella Galicia fría, sonaba una balada de sabor tropical.

Por allí sonaron “Cantor de Mambo”, “A Balada do Louco” y “El Justiciero”, pero tampoco faltó tiempo para la reivindicación política -con un discurso anti-Trump que arrancó aplausos, vítores y coreos-, y por supuesto espacio para la mítica “A Minha Menina”, el tema que encumbró a la banda y que le valió la ovación de la sala, proporcionando a los presentes una sesión de guitarreo y baile sin precedentes.

Concierto Os Mutantes

Y, ¿a qué suenan Os Mutantes 50 años después? Pues, aunque pueda parecer raro, suenan a actualidad. Con unas voces potentes y transformadoras, una banda en excelente forma -el sonido de los teclados marca una diferencia real- y el espíritu intacto, se nota que la formación se divierte en el directo y eso, claro, es una máquina de convertir los conciertos en felicidad absoluta.

Tanto, que tras hora y media de directo tuvieron que regresar para los bises al grito unánime de “Os Mutantes, Os Mutantes, Os Mutantes son cojonudos, como Os Mutantes no hay ningunos”, que claramente respondía a la pregunta que hicieron al público al iniciar al concierto. Qué importa si alguien habla o no portugués en la sala, cuando la banda maneja con maestría el idioma universal de la música.