Una ilusión hecha realidad. Una especie de Arca de Noé en el centro de Granada. Un espacio hecho con trabajo pero sobre todo con mucho cariño. Esos podrían ser, grosso modo, los ingredientes que han hecho que con tan solo dos años y medio de vida Lemon Rock se haya convertido en uno de los espacios con más encanto de Granada y visita obligada si estás por la ciudad andaluza. Hablar sobre Lemon Rock es hablar sobre un edificio catalogado, rehabilitado y restaurado del siglo XVII que además de ofrecer servicios de hostel con encantadoras habitaciones, también posee un bar restaurante en el que conviven comidas tradicionales con propuestas más internacionales.

 

Si a eso añadimos el alma musical que desde el primer día posee esta casa patio señorial del siglo XVII, la propuesta multiplica sus encantos hasta límites insospechados “Iba a ser un hostel (es el auténtico motor de todo esto) pero la combinación llegó de forma natural. De hecho, a posteriori y durante la obra pudimos conocer preciosos testimonios de gente que se acercó al edificio y contaba que sus padres o abuelos que dormían ahí ya comían, bailaban y cantaban en este patio”, Así lo explica Vicente de Luna, arquitecto técnico, decorador y uno de los dueños de Lemon Rock, que recuerda así los inicios del espacio «a nivel conceptual la idea surge hace 18 años de mi experiencia con la música (he tocado en grupos y junto con dos amigos llevamos el original pequeñito y mítico Sugar Pop) y de Escocia y múltiples viajes por hostels por el mundo en esa época. Pudimos hacer realidad este duro proyecto gracias al apoyo de mi padre y trabajazo familiar con mis hermanos David y Javier».

Entre los múltiples encantos de Lemon Rock, Vicente subraya «el esfuerzo, trabajo y la simpatía de todos los que trabajan aquí y la mezcla de peña conversando, durmiendo, comiendo y escuchando música de altísima calidad» y continúa “Las energías y la magia ya estaban ahí y se han quedado. Eso lo nota la gente y también los artistas que pasan por aquí”.  

No nos vayamos a confundir, pese a su breve trayectoria, por Lemon Rock han pasado propuestas que van desde Sr. Chinarro, Micah P. Hinson, Toy, Big Rabia o Guadalupe Plata hasta The Pains of Being Pure at Heart, Last Days of April, The Dealers o Satan Takes A Holiday. No es de extrañar teniendo en cuenta que Lemon Rock ofrece una programación diaria con un concierto y un Dj cada día del año. “Gestionar eso y buscar calidad máxima es un trabajo continuo muy grande que desarrollo con la ayuda de María Llinares . Además de eso, hay un encargado que gestiona cada ciclo con total libertad:  el Jazz, (Asociación Ool-ya-Koo), Juke Joint blues, Psicodelia… (Pepe Matarife), conciertos y expos digitales de la Concejalia de Juventud (Javier Martín), conciertos SON y 1906 (total compenetración con Estrella Galicia), Garage trabajamos con mis queridos Toni Serpiente Negra y Dani Microsurco…Los diarios de Indie, Boleros, Bossanova, Rock, Heavy… los llevo yo…”

Propuestas para todos los gustos y para los múltiples y ricos perfiles de personas que pasan por Lemon Rock “desde el primer día se ha convertido en eso por lo que siempre he luchado: es como el arca de Noé. Todo tipo de gente de todas las edades y países. Esto nació con una idea muy internacional y con mucho amor, y eso suma muchísimo”.

¿El objetivo de todo esto? “intentar estar a la altura de lo que esta ciudad ha sido, es y se merece, y ayudar en lo posible a subirla mucho más”, asegura Vicente. Aunque ya son muchos sueños cumplidos, por pedir que no quede, y cuando se le pregunta por grupos a los que les gustaría tener allí no lo duda: “a Jarvis Cocker o cualquiera de las bandas que aparecen en esta playlist, que he creado con la ayuda de María Jesús Fernández. ¡Gracias, Marichu! ”.

Y aquí la playlist. Dale al play porque, como dice Vicente de Luna, “eso es el puto Lemon Rock”.

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