Por María Nieto

Hay pocas figuras en el universo sonoro Español como la de Maeso. Una carrera sólida pero no meteórica, de esas forjadas en el saber hacer sobre el escenario, en la maestría compositiva y en el talento bien entendido, ese que se trabaja cada día y tiene poco o nada de improvisación.

Con semejante curriculo el tercer álbum en solitario de Julián Maeso era desde, desde antes incluso de nacer, una promesa autocumplida. “Somewhere somehow” llegaba tras un álbum, “One Way Ticket to Saturn”, con el que el artista se consolidaba y conseguía forjar una carrera con nombre propio tras un exitoso pasado bajo el ala protectora de bandas tan emblemáticas como The Sunday Drivers o The Sweet Vandals.

Julián Maeso en Playa Club

El Playa Club de A Coruña acogía en la noche del viernes el concierto fin de gira de presentación de “Somewhere Somehow” con la calidez de quien se sabe receptor de un regalo. El disco ha sido un tiro directo al corazón en todos los directos que han servido para presentar esta nueva propuesta sonora, pero el concierto de fin de gira tiene siempre un “algo” especial: se acabaron los test, el artista ya sabe cómo funciona cada tema y el set list ha sido pulido hasta convertirlo en un arma infalible. Esta noche vamos a disfrutar.

La banda sube por miembros al escenario, sin prisa pero sin pausa, y un Maeso reconvertido -ha cortado su melena- aparece en último lugar para ocuparse del huérfano teclado. Radiante y sin complejos, arranca el concierto con “Throught an early moon”, un tema lento y suave, para ocuparse a continuación de la guitarra y lanzarse con un tema de claras reminiscencias americanas como es “Wonder and Wander”.

Julián Maeso en Playa Club

Maeso se mete al público en el bolsillo con casa tema, y con cada speech “siempre he querido tener una casita aquí en Galicia”, comenta meloso antes de ponerse romántico por primera vez en el bolo y abandonar el registro rockero y soul en el que se ha movido hasta ahora.

A mitad del concierto Maeso se pone melancólico: “siempre he querido tener una casita aquí en Galicia” dice, para sentarse de nuevo al teclado y desgranar entre suspiros y quiebros de voz la primera balada de la noche, que logra silenciar un Playa Club hasta ese momento volcado con un directo claramente rockero, de corte americano y muy propenso al baile desenfrenado.

Es el momento que el artista elige para presentar a su banda y arrancarse con una fantástica versión de “The way you make me feel”.

Julián Maeso en Playa Club

Ha llegado el momento de ponerse íntimos. “Only love can save us” es el estribillo y la sala está entregada. La noche ya se alarga más de lo debido, pero no más de lo esperado.

Acto seguido, y sin solución de continuidad, la banda se lanza a una maravillosa vorágine de soul y R&B en la que las coristas, peso pesado del sonido de la formación en estos temas, llevan la voz claramente alta y clara. Dos horas de directo imparable en las que Maeso demuestra estar en plena forma: un artista pensado para el directo, que cobra vida realmente solo en él.

La formación completa abandona el escenario pero las aclamaciones populares son irresistibles, y Maeso arranca los bises en solitario, americana clásica de guitarra y voz, y presenta de nuevo y por segunda ve a la banda, para introducir seguidamente a Patxi, al que agradece todo su trabajo. El público corea los estribillos y la noche parece dispuesta a terminar así. Pero no.

Julián Maeso en Playa Club

El maestro se arranca por soleares y termina el bolo -perfecto, imprescindible, impertérrito, dos horas y casi media de directo- con una versión magnífica del “Thriller” de Michael Jackson.

Una de esas noches inolvidables en que el soul, el R&B y el rock han demostrado estar más vivos que nunca, y en la mejor forma posible… en algún lugar, de algún modo.