ANARI VS JOAQUÍN PASCUAL, por David Saavedra
Por primera vez en Madrid, dos de los mayores talentos del indie rock estatal comparten escenario. Joaquín nos habla sobre Anari.
Joaquín Pascual y Anari son músicos que proceden, aparentemente, de órbitas muy diferentes, pero que estaban condenados a entenderse. De un modo un tanto subterráneo e inestable, ambos han tejido una de las colaboraciones más sugestivas del rock ibérico. Recapitulamos, para quien esté más despistado. Pascual comenzó a finales de los 80 con Surfin’ Bichos. Tras la primera escisión del grupo pasó a formar parte de Mercromina en 1995 y, ya en este siglo grabó un par de discos con un grupo de recorrido efímero, Travolta. Éste era, en realidad, el germen de su recorrido en solitario, que comenzó en 2009 con “El ritmo de los acontecimientos” y continuó con “La frontera” (2012) y “Una nueva psicodelia” (2015), sin olvidar otros trabajos secundarios.
Tras tocar la batería en la banda de noise Psych Out, Ana Rita Alberdi (Anari) debutó en 1997 con un álbum homónimo de intensísimo indie rock de autor en euskera, lengua que seguiría utilizando en el resto de su trayectoria: “Habiak” (2000), “Zebra” (2005), “Irla Izan” (2009) y “Zure Aurrekari Penalak” (2015) han sido obras de culto aclamadas por la crítica.
Precisamente, en los dos últimos álbumes de la guipuzcoana, Pascual ha tocado los teclados, implicándose aún más en el del año pasado. El de Albacete también se ha integrado como parte de la banda de Anari en algunos conciertos selectos.
“Me gusta mucho tocar con ella, tiene muchísimo talento y lo que más me fascina es que es muy arrebatadora en directo”, explica Pascual. “Cuando tocamos el año pasado en el Monkey Week había gente llorando, me transmite una vibración increíble. También es muy diferente a lo que hago yo, es una visión de la música más dramática y más profunda, y me ofrece un sitio donde tocar y expresarme musicalmente que me agrada mucho. Con ella –prosigue- toco básicamente el piano, que es algo que tengo muy abandonado. Cuando está grabando un disco, ella me manda antes las maquetas y yo me paso seis o siete meses tocando el piano y componiendo para ella. Todos en su banda son muy buenos músicos y muy buena gente. Estuve presentando con ella su último trabajo en San Sebastián y está súper considerada, hemos hecho varios conciertos conjuntos por allí. En este nuevo disco ella ha estado buscando no cambiar, porque tiene una forma de componer que es casi una fórmula, que varía, pero con estructuras rock muy claras y concretas, aunque aquí ha querido abrir el horizonte musical, las armonizaciones y eso. Es como más oscuro y enrevesado, tiene una especie de tela delante. Hablamos mucho de música, muy a menudo”, informa el músico de Albacete abriendo boca ante un doble concierto, el primero conjunto que ambos ofrecen en la capital, y que promete ser un pedazo de historia.
