Para El Puerto de Santa María, el conocido puente del Pilar no es únicamente un fin de semana más largo de lo normal. La localidad gaditana se transforma desde hace algunos años en un lugar en el que la música hierve en cada esquina. El centro de la ciudad andaluza se abre a cientos de visitantes que acuden al Monkey Week conscientes de que no es un festival al uso. El Puerto cambia de forma efímera su nombre por el de Ciudad de la Música, un espacio que alberga en tres largos días cerca de 200 directos y una buena dosis de propuestas esparcidas por el centro de la ciudad y que ayer vivió una primera jornada efervescente que no es más que el preludio de lo que queda por venir.

Caía la noche en El Puerto y las luces de neón se abrían para Daniel Van Lion. Nadie mejor que el gaditano que ha hecho carrera en Madrid a base de un ambient adictivo y que este 2015 ha respondido a las expectativas levantadas en 2014 con “Fugu”, el EP continuación a su debut, “Introduction to a Natural Era”. Si su primera dosis construía elementos que nos hacían recordar un mundo en el que la naturaleza se había impuesto al hombre en esa batalla eterna desde que comenzó la civilización, este nuevo trabajo asoma un mundo completamente distinto, una oda al futurismo sonoro, la noche y la velocidad tecnológica. El productor era el encargado de recibir en la sala Super 8 a los primeros asistentes a base de ese veneno letal que porta el pez que da nombre a su nuevo trabajo. Tetrodotoxina a borbotones con la que caldear un ambiente que iba animándose y que mañana tendrá su réplica ya dentro del 981 Heritage, que también se ha trasladado hasta la localidad andaluza.

Toundra en el Monkey Week 2015

Entrados en faena y con el Monkey Week a pleno rendimiento, le llegó el turno al apocalipsis sonoro de Crudo Pimento. Tom Waits debió pasar alguna de sus largas noches en Murcia. Allí dejó un huevo con forma de “Rain Dogs” que mutó y se transformó en la que es la propuesta más desquiciada y brillante que se pueda escuchar en nuestro país. Por si alguno aún tenía dudas de cómo Raúl Frutos e Imna Gómez son capaces de llevar al directo esa batidora en la que han ido introduciendo blues, death metal, fandango, santería y casi cualquier cosa, darle un sentido y hacerlo bonito, tuvo una buena oportunidad en de verlo en Mucho Teatro. Los murcianos aparecieron rodeados de instrumentos de vertedero que, en sus manos, se convertían en joyas. El palo de un rastrillo con una pastilla adosada, un ukelele que sonaba espacial o cazos convertidos en una potente batería pintaban el universo de una formación que ayer salió por la puerta grande.

La realidad es que la primera jornada del Monkey Week había apostado por el Mucho Teatro -donde el domingo se celebrará la fiesta SON Estrella Galicia para despedir el festival- y los siguientes en subirse a su escenario fueron los madrileños Biznaga, que no dejaron de pisar el acelerador ni un minuto. “Centro dramático nacional’, su primer álbum, sonó con más rabia que nunca. El punk de los de Madrid provocó frenetismo en un público convertido en hinchada que no dudó en demostrar sus ganas de intensidad. Pogo.

Toundra tenían la vitola de ser uno de los platos fuertes de esta nueva edición y los madrileños supieron responder. El rodillo consistente que ha ido creando el cuarteto en sus casi 10 años de existencia unido a la respuesta creada en torno a ellos y reflejada por un público dado a dejarse llevar por las facultades de la banda, hicieron que su cita en el Monkey Week sea recordada. Lo pusieron todo sobre el escenario. No basta con la brillantez que supura “IV”, su más reciente álbum. Tampoco con la fama que les precede, ascendidos al olimpo de las bandas que convierten cada directo en un hito. Toundra actuaron como si fuese el último concierto de sus vidas. Y de las nuestras. Las intenciones venían marcadas desde que “Fearless” de Pink Floyd y los gritos finales de The Cop y su “You’ll Never Walk Alone” resonasen en el teatro portuense para dar la bienvenida al cuarteto, que una vez situados en el escenario no pararían de tocar hasta el final de la cita y cerrando así el primer contacto con 2015 que Monkey Week ha tenido y esperando que la segunda jornada esté a la altura de lo vivido ayer.