Dark Funeral

La décima edición del Resurrection Fest comenzó oficialmente este jueves aunque los más madrugadores de los más de 55.000 asistentes previstos y la gente de la zona pudieron disfrutar de varios conciertos de lunes a miércoles de forma gratuita. La organización premió a los primeros en llegar a la zona de acampada con unos pases VIP. Detalles como éstos convierten al Resu en un festival que engancha.

El día fue soleado y con temperaturas agradables lo que restó audiencia a los primeros conciertos de las dos de la tarde. Uno de los más esperados eran los gallegos Aphonnic, cuyo cantante acabó bajando del escenario principal para cantar con el público. Nuestra siguiente apuesta fueron Betraying The Martyrs, que pusieron patas arriba el segundo escenario #ChaosStage. Nada más terminar regresamos al #RFMainStage, donde tocaban Soulfly. El grupo liderado por el brasileño Max Cavalera no defraudó a sus múltiples seguidores. Abundaban las camisetas del Flamengo y de la «canarinha» con los nombres de Sepultura, Soulfly y Cavalera y el dorsal 10 a la espalda que no desentonaban con el verde del césped y el sol radiante como si estuviéramos en el «Maracaná» de Río de Janeiro.

El sol luce antes de comenzar los conciertos en el #RFMainStage del Resu2015

Los californianos Suicide Silence hicieron un concierto demasiado sentimental, compartiendo la emoción de saber que el padre del cantante es de origen gallego y terminando su repertorio con los niños del #Resukids subidos al escenario #ChaosStage. Dieron paso a Refused, los cabezas de cartel que ocuparon el #RFMainStage con un concierto reivindicativo, no están muertos ni mucho menos y su líder dejó una queja por «el escaso número de mujeres en bandas punk» y les animó a lanzarse a intentarlo.

Llegó la noche, que se iluminó con Black Label Society. Posiblemente dieron el mejor directo de la jornada con un en estado de gracia. Los siguientes en salir a escena fueron Decapitated y Cannibal Corpse, que hicieron buenos conciertos en el #ChaosStage. Nuestra última banda fueron los vascos Berri Txarrak, que cumplían su vigésimo aniversario y rendían visita por tercera vez al festival viveirense.